Momo, extremo de la UD, y una de las figuras de la segunda vuelta, desvela que tiene pendiente una cita con el presidente Miguel Ángel Ramírez para sellar su continuidad (acaba el 30 de junio). "Creo que me he ganado la renovación y he respondido en el césped.Quedé con el presidente para hablar a final de temporada. Me dijo que nos sentaríamos". Está prevista para esta semana y así atar a un activo de magia, tentado en el extranjero. Pero se muestra optimista: "Espero que lleguemos a un acuerdo sin problemas. Quedé con él para eso".

Y habla emocionado del adiós de Valerón: "Fueron muchas emociones esta pasada semana por lo vivido con Juan Carlos. Era un día grande con un futbolista histórico como él. Es un referente y ha sido un apoyo para nosotros. Es de lo mejor que he podido ver en este mundo, tanto en el fútbol como en lo personal". Con el Flaco estuvo en La Coruña en el Dépor: "Fue muy especial. A parte de coincidir aquí, yo llegué muy joven a La Coruña y fue un gran apoyo para mí. Él, como siempre, me apoyó bastante con mucha naturalidad. Fue una ayuda muy importante y siempre estaré agradecido por sus consejos y su sabiduría".

También explica el gesto de Valerón, reclamando aplausos y apoyos para Nauzet cuando estaba listo para saltar al terreno de juego ante el Athletic. "Creo que era de esperar, siempre es así. Pone sus prioridades a un lado y quiere que todo el mundo sea feliz. Intentó echarle una mano a Nauzet, ha pasado momentos difíciles y vivió un momento importante para él".

Momo ha sido de los activos más brillantes en este curso que concluye. La llegada de Setién le cambió la vida. "Uno siempre intenta hacerlo bien para seguir aquí, para seguir disfrutando del fútbol y para aportar cosas a mi equipo, que es la UD Las Palmas. Las cosas me han salido muy bien y estoy muy contento porque ha sido un final de temporada tranquilo y bonito para todos". Y se ha convertido en un coleccionista de ovaciones: "Hace tiempo que la gente reconoce mi trabajo. Para un jugador, que la gente reconozca su trabajo es lo más grande que puede sentir. A partir de ahora, intentaré seguir con este nivel para que la gente siga confiando en mí. Está claro que voy a seguir trabajando".

Con asistencias y pases imposibles, allanó el camino de la salvación: "Intento trabajar y está claro que si no juegas es difícil que te renueven. Las cosas se han hecho bien, he respondido en el campo, pero no soy yo el que decide. El fútbol es un estado de ánimo".

Evita polémicas sobre el retraso a la hora de renovar, acuerdo que se cierra esta semana, si no hay inconvenientes. "Quedé con el presidente para hablar a final de temporada. Estuvo un tiempo fuera y me dijo que nos sentaríamos. Con esa tranquilidad es como lo vivo, pensando semana a semana". Y sueña con la octava plaza: "Creo que el Valencia juega fuera y si ganamos tenemos muchas posibilidades de quedar octavos. Vamos a ir con la intención de hacer todo lo posible, ganar fuera de casa y lograr tres puntos más".