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UD Las Palmas El reportaje

En el corazón de Raúl Lizoain

El meta de la UD, en el mejor momento de su carrera, dialoga con su padre Gabriel, ciego, y su fan número uno, su madre y su novia sobre sus sueños, miedos y futura paternidad

La arista más íntima del centinela amarillo de la cámara acorazada. El meta Raúl Lizoain (Las Palmas de Gran Canaria, 25 años), bajo la lente y ojos de su familia. El portero de la UD -44 partidos con el club isleño, 7 de ellos en Primera en este curso- es retratado por su padre Gabriel (ciego), su madre Loli y su novia Lilian Acevedo. Embarazada de cuatro meses, el arquero y su pareja esperan a Hugo, que nacerá en octubre. Los miedos, sueños y manías del '1' del ejército de Setién. Bajo palos en las últimas cuatro jornadas -ante Betis, Espanyol, Granada y Athletic-, destila éxtasis y madurez. Está en el mejor momento de su carrera. Es la radiografía del éxito.

Esperando a Hugo

Lilian conoce al detalle toda la carrera de Raúl. Se estrenó de amarillo ante el Huesca en el estadio de El Alcoraz (2011), fue protagonista en el ascenso y relegado al banquillo en la final del 21-J ante el Zaragoza.

Sufre y padece por el arquero de moda. Cada gol que encaja, es como si le robasen un mueble del salón: "Fui al Vicente Calderón -en el debut del jugador del barrio de Escaleritas en la liga de las estrellas el pasado agosto-; me apasiona el fútbol por él". Y Raúl acude al rescate: "Lleva conmigo desde mi etapa en juveniles de la UD. Y se empezó a enganchar con los partidos de Las Palmas Atlético por la radio. ¿La paternidad? Me hará madurar. Cuando llego a casa cabreado por no jugar, ahora lo asumo con más naturalidad". Hugo ya baila en su cabeza.

El guardameta ha pedido consejo a Roque Mesa y Aythami -el central, padre de una niña, ya espera a su segundo hijo Diego- sobre cómo encarar la parternidad.

Su madre Loli Cruz se declara "futbolera" y acude con Gabriel a Tribuna. Fieles pasionales: "Raúl tiene un corazón enorme; pero es demasiado perfeccionista. Ahí está su gran error. Muy ordenado y lo quiere hacer todo perfecto". Y reconoce que la demarcación de portero está sujeta a una crítica desmedida. Evoca el linchamiento mediático que padeció el isleño, tras encajar tres tantos en La Romareda, en la ida de la final del playoff de ascenso.

"Se llevó mucha leña; eso pasa por ser portero y encima de la tierra". Y Raúl recuerda que a pesar del (3-1), sabía que llegaría la remontada y el ascenso. Pero Casto le robó la gloria de ser titular en una fecha para la leyenda. "Yo quería jugar y a él [Paco Herrera] le costó tomar esa decisión. Pero lo respeté; me hubiese gustado jugar pero no fue así. No soy una persona que juegue o no me vaya cabrear con el entrenador. Pero el de La Romareda no fue el día más duro. Sabía que subiríamos...".

La crueldad máxima fue el 22-J ante el Córdoba. Una puñalada que le hizo crecer. "Se cruzaron los sentimientos, una tarde difícil de olvidar", asegura Gabriel, una enciclopedia del balón y que ha ejercido de agente de futbolistas. Siempre acude al estadio con dos transistores.

Setién y Valerón. Dos nombres de actualidad bajo el filtro de la familia Lizoain. Gabriel coje el micrófono. Luce su vena de analista.

Táctica y álgebra

"Setién es hombre de fútbol; fue un enorme jugador. Le he defendido siempre, era uno de mis ídolos. Tenía personalidad; jamás se dejaba avasallar por el entrenador de turno. Y que sea debutante en Primera no me dice nada. Está preparado; ascendió al Racing y no quiso seguir. Es un hombre de fútbol que sabe álgebra. Incluso le ha venido tarde, su capítulo de fama (57 años)".

Raúl trabaja con Setién desde el 20 de octubre. Y matiza la etiqueta de tipo de duro. "Habla con el jugador y le explica lo que pasa. Te mueve la conciencia. Maduras y haces los deberes. Nos ayudó bastante pero no es todo cien por cien mérito suyo. Luego están los jugadores".

Lágrimas por el genio

El reciente adiós de Valerón fue un terremoto en el salón Lizoain. Raúl, tras la rueda de prensa de despedida del '21' -el pasado sábado-, llamó a su padre. "Tenía la voz cortada y en casa, mi novia estaba llorando. Y mi madre también. Ellos saben la cercanía que tengo con el Flaco.

Para Gabriel, "es un grande como ser humano". Y Loli lo eleva a los altares en el universo del balompié. "Se fue en el momento justo, y deja una huella enorme. Su último encuentro fue muy emotivo; nos llegó al corazón". Pero Raúl confirma que el vestuario "le quería un año más".

La fama

Canterano y ejemplo de pundonor. Raúl disfruta de su condición de galáctico con humildad. "Notamos que es querido; se le tiene cariño, nos lo transmite. Pero le advierto que eso solo son los buenos momentos", asegura Gabriel. Para su madre, es el arquero de la felicidad. "Tiene una sonrisa, es generoso con todo el mundo. Todo corazón".

¿Dónde estará Raúl dentro de 10 años? Gabriel luce su vena de agente FIFA. "Si no lo quieren en la UD, me lo llevo a Osasuna; cuando termine Nauzet, que lo está haciendo muy bien", dice con humor. Como todos los guardianes del infierno, la fortaleza mental de Raúl es una garantía. "La cabeza está amuebladita, le digo que saque con Lili a su hijo". El meta quiere que Hugo sea delantero: "Que no sea como el padre, un 9 y que meta goles, se vive mejor".

La ecuación mágica

La competencia con Varas es un máster de reflejos. Con 1158 minutos, Raúl brilla y convence en su mejor año de profesional. En Primera, esperando la paternidad...El secreto reside en la familia, su fuente de inspiración. "Antes de salir al campo, pienso en ellos. Y cuando voy en la guagua antes de llegar al estadio, con la última que suelo hablar es con mi novia, y desconecto el móvil".

Una mirada a la grada para dar con el padre más futbolero del universo. Siempre pegado a dos radios. Ciego y pendiente de las proezas felinas del niño prodigio. "Voy moviendo los diales, desde los 10 años voy al fútbol con transistor".

¿Qué daría por ver a su hijo en Primera? Gabriel domina el verbo. Es un orador de fuego. "No daría nada, como no he visto nunca estoy conforme con lo que tengo, y con sentirlo ya me vale. Oír sus gritos, como manda y coloca a los compañeros".

"Soy más feliz que la leche, me dicen para qué vas al fútbol. Lo siento y de verdad". El orgullo de Gabriel y Loli, unos padres de cine, vive en una portería. El jardín de los sueños. En octubre llega Hugo. Aquí está la familia perfecta. El tesoro bendito del centinela de la galaxia amarilla.

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