Un hombre tímido que suelto es capaz de hacer reír. Al estilo 'Tengo una pregunta para usted', aquel talk show que revolucionó la televisión española , donde los líderes políticos se enfrentaban a las preguntas del público de manera espontántea. Así se abrió ayer Juan Carlos Valerón en el Club LA PROVINCIA. Y es que nadie quiso perderse la oportunidad de soltarle alguna de sus inquietudes a El Flaco en los días después de su retirada de los campos de fútbol.
Las preguntas del público sacaron buenas historias a la luz. Por ejemplo, ese pique por ser eterno que mantenía con Manuel Pablo, su excompañero en la UD y el Deportivo, pero sobre todo su amigo del alma. "¿Aguanta eh? Está aguantando... Está valorando su situación. Yo estuve hablando ayer con él y le dije: 'retírate ya, Manué, venga hombre...", comentó entre risas el exmediapunta.
Sobrado de clase y talante, el ya exfutbolista de Arguineguín atendió a todas las cuestiones que empezaron a caerle por parte del público asistente. Incógnitas que Valerón resolvió con la misma maestría con la que soltaba el último pase de gol en el terreno de juego.
Antonio Quintana rompió el hielo. Vecino de Las Palmas de Gran Canaria, desenfundó sus apuntes para soltar la primera pregunta desde el público para Valerón. "¿Siente que despierta valores para la juventud que no están de moda?", preguntó Quintana. La respuesta, en su línea.
"Los futbolistas tenemos una responsabilidad. Muchos chicos jóvenes que practican deporte nos están siguiendo y por eso tengo mucho cuidado con todo lo que hago y todo lo que digo. Intento transmitir mis valores. Igual hay alguno que le gusta mi manera de ser y mi manera de pensar", sentenció el eterno '21' renglón seguido.
Un momento que a este abonado de la UD Las Palmas le costará olvidar. "Estaba algo nervioso cuando pregunté, pero él transmite tranquilidad. Me encantó siempre como futbolista, nunca me perdía un partido de los suyos, pero es que como persona es aún mejor", comentaba al final del acto después de fotografiarse con él y de pedir el Premio Canarias del Deporte en público para Valerón. Un gesto que levantó los aplausos de las decenas de personas que se congregaron en el local del Club LA PROVINCIA.
Una forma de ser que le ha llevado a ser aplaudido por todos los estadios de España sin excepción, incluso por Balaídos o El Helidoro. Esto era lo que inquietaba a Julián. "¿Cómo se siente al llevarse una ovación en cada campo?", soltó.
"Cuando te aplaude tu afición es normal, pero cuando otras gradas te dan su cariño y admiración resulta especial. Es emocionante. Siempre estaré agradecido a tanras muestras de cariño", comentó Juan Carlos Valerón, con una amplia sonrisa en el rostro, símbolo de una felicidad que resulta casi contagiosa.
Donde sí se cortó algo más Valerón fue a la hora de designar el mejor futbolsita con el que ha jugado o contra el que se ha enfrentado. Una pregunta de Fran, que levantó el dedo con esta inquietud por resolver. "Es complicado, porque llevo demasiados años jugando y eso te da la oportunidad de poder haber jugado con una generación de futbolistas espectaculares", sentenció El Flaco siempre cauto a la hora de dar nombres en público. Nunca quiere dejarse a nadie detrás.
Juan Manuel Pérez acudió al acto con su hijo Sullivan y su mujer Alisson. Su consulta giraba en cómo fue jugar en el mejor Deportivo de La Coruña. "Fueron unos años a nivel deportivo y personal muy bonitos. Jugar la Champions competir por la Liga, ganar la Copa del Rey, la remontada al Milán, el partido que le ganamos al Bayern...", sentenció.
Vuelta a los 90
Para cerrar el día, Valerón se reencontró con sus inicios en la UD Las Palmas. Una de esas cuestiones al aire que saltó en el acto lo devolvió a aquellos primeros entrenamientos con la disciplina amarilla. Sin presentación previa, desde el fondo del salón le preguntaron por eso que le hacía ser diferente sobre el césped. Una cuestión que salía de alguien que conocía. "Quien está haciendo la pregunta fue compañero mío en el filial de la UD, David Vidal, El Pollo", señaló. Vidal recordó como apenas le pasaban el balón a aquel falcucho que había llegado desde Arguineguín. Unos días, hace más de 20 años, donde Valerón decidió que si quería hacer carrera en esto del fútbol necesitaba creer. "Me decían que tenía que tener mala leche, pero no podía cambiar mi manera de jugar", sentenció el amarillo.
