Jerónimo Figueroa Momo: En las 10 primeras jornadas de la Liga BBVA, sólo gozó de minutos el día del estreno: en el Calderón, ante el Atlético de Madrid. Apartado de la competición por Paco Herrera, su situación dio un giro de 180 grados con la contratación de Setién, que tardó en reparar en el talento del experimentado extremo, pero que una vez que vio a Momo en acción tiró de su calidad, toque y visión de juego para sumar prestaciones y sacar a la Unión Deportiva de la zona de descenso a Segunda División.

Inédito en el primer cuarto del curso, desde la jornada 11 -en la que el representativo grancanario superó a la Real Sociedad- en el Estadio de Gran Canaria, el futbolista de Las Torres ha sido un habitual en las alineaciones del montañés. Desde entonces, cuando sopesaba la posibilidad de salir del equipo en enero -el Nàstic de Tarragona había aporreado su puerta en busca de su juego para regresar a Primera División-, Momo ha participado en 21 de los 26 encuentros disputados por Las Palmas.

Fijo en el once durante el mejor tramo de la temporada firmado por el cuadro insular, desde la derrota en casa contra el Barça hasta la victoria en Riazor contra el Deportivo, y piropeado por gente del oficio como Luis Enrique o Emilio Butragueño, la dirección deportiva del club le ofrecerá la renovación de su contrato hasta junio de 2017 -con la posibilidad de ampliarlo un año más según el número de partidos que dispute-.

Wakaso Mubarak: Llegó en verano, al cierre del mercado de fichajes, ante la continua petición de Paco Herrera por reforzar el centro del campo amarillo. Cedido por el Rubin Kazan, su tardía incorporación -sin haber realizado la pretemporada-, condicionó su rendimiento durante las primeras semanas.

La destitución de Herrera y la apuesta del club por Setién no fueron una buena noticia para Wakaso. El técnico, de entrada, no contempló al internacional ghanés como una opción para su plan en el centro del campo. La situación para el jugador africano, que contaba con una propuesta fuerte a nivel económico del Panathinaikos para cambiar de aires durante el mercado invernal, varió después de que la dirección deportiva recomendara al preparador la posibilidad de alinearle como extremo izquierdo.

La apuesta resultó ganadora y con Wakaso por la banda la UD ganó un puñal en su ataque. Entre enero y marzo, el futbolista de Tamale se destapó como una pieza básica en los planes de Setién. Solo una lesión, cuando mejor rendía y el equipo había alcanzado la velocidad de crucero, frenó al ghanés, que por culpa de ese problema físico se mantuvo fuera de circulación cerca de dos meses. Pese al buen rendimiento ofrecido, el futuro de Wakaso apunta lejos de Las Palmas, que no ejecutará su opción de compra al no poder hacer frente a la nómina que percibe el ghanés en el Rubin Kazan -cercana al millón y medio de euros-.

Javi Varas: Habían pasado poco más de 24 horas tras el ascenso de la Unión Deportiva a Primera División cuando su nombre apareció vinculado al siguiente proyecto amarillo. Su fichaje, sin embargo, tardó en concretarse. Avalado por Paco Herrera, el puesto de portero ha sido suyo desde la segunda jornada de la Liga BBVA -se perdió el primer partido, en el Calderón, por sanción-.

Una expulsión, en la tercera jornada -el día de su regreso a Balaídos para medirse al Celta- cortó de nuevo su condición de titular indiscutible otra semana más al inicio del curso. Ha participado en 31 encuentros -todos como titular- y su rendimiento ha sido sobresaliente. Con experiencia en Primera División y calidad contrastada, la presencia de Javi Varas bajo el arco amarillo no ha sido discutida jamás, ni siquiera pese a las buenas actuaciones de Raúl Lizoain cuando ha sido el guardameta elegido para aparecer en el once.

El portero sevillano, al que le resta un año de contrato, se adaptó a la perfección al patrón de juego de Setién, empeñado en sacar la pelota jugada desde atrás -apuesta que sólo le ha jugado dos malas pasadas a Varas: en el Bernabéu y frente al Valencia-. Ha encajado 40 goles -cifra que le sitúa en el Top 10 de Primera División- y ha dejado la meta a cero en nueve ocasiones. Es, con diferencia, uno de los fichajes más rentables del curso en una posición en la que el curso pasado, con Casto como inquilino, Las Palmas no tuvo regularidad.