El final del Falcon Crest amarillo. Caso cerrado. El sí del alfil. El extremo zurdo del barrio de El Cardón Jerónimo Figueroa Cabrera 'Momo' ha alcanzado un acuerdo con la UD para estirar su vinculación contractual por una temporada más con opción a una segunda -hasta junio del 2018-. El atacante de 33 años, capital en la resurrección del conjunto amarillo en la segunda vuelta del campeonato liguero, participó en 16 de los 19 pulsos del segundo tramo, acepta las condiciones de la entidad grancanaria y la ampliación está pendiente únicamente de la firma del jugador.

En la jornada de hoy lunes o mañana, espera recibir el contrato de la dirección deportiva y oficializar una continuidad ganada a pulso. Con 23 partidos en el regreso a Primera [uno con Paco Herrera y 22 con Setién], Momo recuperó la mejor versión de su carrera para convertirse en un fijo para el técnico cántabro. El acuerdo, que se eternizó en los dos últimos meses, ve por fin la luz en el segundo gran movimiento del nuevo proyecto, tras la ejecución de compra del zaguero Lemos por 1,9 millones de euros al Rubin Kazán ruso.

Momo hacía pública su satisfacción del acuerdo entre las dos partes: "Es lo que siempre he querido". Confía que en las próximas horas todo quede solucionado para disfrutar junto a su familia de las vacaciones. "Espero firmar entre hoy lunes y mañana, estoy muy contento de seguir

en el equipo de mi tierra", aseguró el atacante, que manejaba ofertas del fútbol australiano (Perth Glory FC), que triplicaban lo ofrecido por la UD.

De esta manera, el talentoso jugador zurdo estira su segundo ciclo de amarillo, que se inició en enero de 2012 tras llegar del Real Betis. Será por tanto la quinta temporada consecutiva en el cuadro grancanario. Debutó en febrero del 2003, de la mano de Yosu Uribe, ante el Elche en el Martínez Valero, para firmar cuatro encuentros en el curso de su estreno (2002-03). En la siguiente campaña, también en la categoría de plata, llegaría el traumático descenso al infierno de bronce, donde alcanzó los 36 duelos con la UD -y su primer gol ante el Elche-.

Tres ascensos y ovacionado en Riazor

Se marchó con Rubén Castro al Deportivo, e iniciaría una etapa de cesiones al Albacete y Racing en la máxima categoría. Con el club manchego, en agosto del 2004, disfrutaría de su estreno en Primera División. Sin oportunidades en el Dépor (solo jugó cinco duelos en la liga de las estrellas y uno de la Copa Intertoto), hizo carrera en el Xerez. Salvación agónica y salto al paraíso con su mejor estadística anotadora: 17 tantos. De Chapín al Villamarín. El segundo ascenso al cielo, con un equipo de toreros, con Rubén Castro, Emaná o Beñat, y en febrero del 2012, con Juan Manuel Rodríguez en el banquillo, volvía a empezar en la isla del tesoro.

De nuevo en la UD, con Sergio Lobera, en la 2012-13, completó 47 partidos, pero el sueño del ascenso se quedó en un playoff en los Juegos del Mediterráneo ante el Almería. En la siguiente, llegó el cruento 22-J, y sus lágrimas conmocionaron a la marea amarilla. De la debacle al tercer ascenso del alfil de oro. Descartado para la vuelta del playoff de ascenso ante el Real Zaragoza, junto a la portería de Naciente del tanto de Araujo, celebró por todo lo alto la vuelta al planeta de Messi. Dejó su firma de caviar: 7 goles en la temporada regular.

Con Herrera solo jugó en el Calderón en la primera jornada (26') y se esfumó del mapa. Pero el aterrizaje de Setién le dio la vida. La propuesta barroca del cántabro revitalizó al '11', que pasó de ser silbado por el partenón del Gran Canaria a coleccionar aplausos. De ovación en ovación -ante el Madrid y Valencia, en Siete Palmas fue aclamado- regresó a Riazor y la parroquia deportivista se puso de pie.

Participó en las seis victorias en siete jornadas consecutivas (en la primavera dorada) que allanaron el camino de la permanencia. Aquí está la medalla al sudor. Registro de veteranía, paliará la ausencia de Valerón en la faceta de ejercer de emperador del vestuario. En su hoja de servicios, 193 duelos con la UD y encadena, por primera ocasión en su carrera, dos campañas en el cielo de Messi y CR7.