La UD Las Palmas ha decidido no atar a Nili Perdomo. El extremo acaba contrato el próximo 30 de junio de este año y la entidad tenía hasta este lunes 30 de mayo para ejecutar una cláusula con la que garantizar su continuidad por dos temporadas más. Sin embargo, el club ha tomado la decisión de no hacerla efectiva y el extremo puede irse gratis en cuestión de un mes. La dirección deportiva no descarta hacerle una propuesta diferente a la que tenía en esa cláusula, pero todo hace indicar que Nili no continuará de amarillo.
El extremo seguirá compitiendo con el filial, que está implicado en la fase de ascenso a Segunda División B -juegan el domingo a las 12.00 horas en el Juan Guedes ante el Sanluqueño- pero tiene las puertas abiertas para marcharse del club en cuanto acabe la temporada. El Villarreal es uno de los clubes que le ha estado siguiendo de cerca para incorporarle a su filial o bien firmarlo y cederlo a un conjunto de Segunda.
Cambio en las actuaciones
Con esta medida la UD Las Palmas cambia el paso con respecto a lo que hizo el verano pasado con los más jóvenes de su plantilla, aunque sigue existiendo la remota posibilidad de que se pongan de acuerdo. El curso pasado el club quiso atar en corto a todos los jóvenes aunque no contaran para el primer equipo. Así, renovó el contrato de José Artiles, Héctor Figueroa o Asdrúbal Padrón y les encontró una cesión para que continuaran con su desarrollo. Sin embargo, con Nili al club no le ha importado correr el riesgo de no atar su continuidad.
El extremo sumó esta temporada 317 minutos en Primera repartidos en 8 partidos, así como 334 minutos en 5 partidos de Copa del Rey. Fue adquiriendo protagonismo en el primer equipo con el paso de los meses. El jugador empezó disputando los partidos de Copa del Rey ante la lesión de Ángel y la carga de minutos que tenía David Simón. Aprovechó sus oportunidades y Quique Setién le dio continuidad en esta competición.
Ese rendimiento que dio en enero le hizo debutar en Primera poco después de la eliminación de los amarillos en Copa del Rey. Se estrenó en el Sánchez Pizjuán y el cántabro le encontró hueco finalmente como extremo derecho, posición en la que lograba desequilibrar con relativa facilidad gracias a su cambio de ritmo. En ese rol había actuado en su etapa de formación y llegó a jugar ante rivales como Real Madrid o Villarreal.
