La solución a los muchos frentes abiertos que tienen la UD Las Palmas y el Cabildo de Gran Canaria puede pasar por retocar el convenio que firmaron en 2006 y que sirvió para salvar el club. Las dos partes estudiarán actualizar ese contrato, que finaliza en 2027, como vía para arreglar la infinidad de temas que tienen sobre la mesa. A través de una serie de reuniones que empezarán en las próximas semanas esperan llegar a acuerdos para cerrar todas las carpetas que hay abiertas. Todos asumen que será un proceso largo y que no será fácil, pero también mantienen que las buenas relaciones existentes lo harán menos complicado.

Los asuntos pendientes son muy relevantes para el futuro de la UD Las Palmas, sobre todo la Ciudad Deportiva, la grada Naciente y la explotación de las torres anexas a la Naciente, donde el club quiere instalar un museo y una residencia, entre otras cosas. Las negociaciones todavía no han comenzado pero el punto de partida para allanar el camino es el convenio firmado en 2006.

Ese acuerdo otorgaba a la UD la explotación del recinto propiedad del Cabildo y un ingreso de 1,2 millones de euros a cambio de ceder a la corporación insular la publicidad en la parte frontal de su camiseta y otras concesiones a nivel de imagen, como seis vallas publicitarias durante los partidos.

Diez años después la situación es diferente. La UD pide esos esfuerzos del Cabildo pero también está dispuesta a participar económicamente en los diferentes proyectos que se pueden realizar. Asimismo, el alcance que le otorga la Primera División provoca que la publicidad de la camiseta sea un lujo superior al millón de euros.

Con todos estos ingredientes sobre la mesa la UD Las Palmas y el Cabildo de Gran Canaria tienen mucho de que hablar en los próximos meses. De momento ya han puesto la primera piedra, que es la de acordar una serie de reuniones en las que tratar todos estos temas para llegar a un acuerdo.