Al sur del conflictivo cuerno de África, con salida al mar y haciendo frontera con Somalia, Etiopía, Sudán del Sur, Uganda y Tanzania se encuentra Kenia. Independizado del Imperio Británico en 1963, es uno de los países más estables y el que tiene un mayor producto interior bruto en la zona. A nivel deportivo es mundialmente conocido por ser tierra de atletas. Allí han nacido campeones olímpicos y mundiales de todas las pruebas de fondo y medio-fondo, tanto masculinas como femeninas.
Desde Los Ángeles 1984 no ha habido Juegos sin una medalla de oro de Kenia en atletismo. En Pekín 2008 lograron seis oros, cuatro platas y cuatro bronces para colarse 13º en el medallero, casi a la altura de potencias económicas como Holanda, Francia, Italia o Japón.
Y a pesar de todas las referencias mundiales que tiene Kenia en atletismo, como Paul Tergat o David Rudisha, el fútbol es, como en casi toda África, el deporte más popular. Y cuentan con una nueva sensación: Ismael Athuman, un canterano de la UD Las Palmas que viajó hasta allí hace casi tres semanas por primera vez en su vida. A sus 21 años era su primera convocatoria con la selección, para la que compite por los orígenes de su padre Said. Y la experiencia fue todo un éxito. Los 'Harambee Stars' tenían que disputar tres encuentros, dos amistosos ante Tanzania y Sudán y uno oficial, que fue este domingo, frente al Congo, de clasificación para la Copa de África que se disputará en 2017 en Gabón. Todos los encuentros fueron en Nairobi, capital de Kenia.
129 del ranking FIFA
Ismael se perdió el primero, en el que empataron (1-1) con Tanzania. En el segundo, frente a Sudán (1-1), debutó disputando toda la segunda parte. Y en el tercero, tras agradar con su actuación, salió como titular frente al Congo, en el que ganaron por 2-1. Esa victoria fue la primera de Kenia en esta fase después de cinco partidos. Queda una jornada y ya no tienen opciones de clasificarse para la Copa. De hecho no se clasifican a una desde 2004 y nunca han competido en un Mundial. Así, el triunfo ante el Congo fue histórico. Y es que las anteriores víctimas de Kenia, situada en el puesto 129 del ránking FIFA, eran Islas Mauricio, Cabo Verde, Seychelles, Comoras o Sudán del Sur. El Congo, sin embargo, llegó a los cuartos de final de la última Copa de África, está en el peldaño 60 del ránking FIFA y cuenta con jugadores como el ex de la UD Thievy Bifouma y otros que participan en las primeras divisiones de Francia o Portugal.
"Ganarle al Congo es una gran sorpresa. El nivel de los compañeros es bastante alto, me quedé sorprendido. La mayoría juegan en ligas extranjeras como Grecia, Suiza o Bélgica y técnicamente son muy buenos", explica Ismael un día después de su regreso, que se produjo el miércoles tras hacer una agotadora escala en Holanda.
El grancanario se quedó también impactado por cómo lo vivieron las cerca de 3.000 personas que acudieron al encuentro. "Desde el minuto uno hasta el 90 la afición estaba cantando y saltando, aquello era una locura. Les daba igual lo que pasara. Empezamos perdiendo pero siguieron gritando, lo veían como una fiesta", relata Ismael.
Volcados por ese apoyo Kenia remontó y logró la hazaña: "En el vestuario lo celebramos a lo grande, los compañeros se bañaban unos a otros. Yo estaba sorprendido porque solo habíamos ganado un partido, pero era como la final de Champions", continúa.
La gran sensación
Ismael había sido uno de los grandes protagonistas de la convocatoria. Tanto que a su llegada a Kenia unos 200 aficionados le esperaban: "Llego al aeropuerto y para mi sorpresa me encuentro a un montón de gente gritando. Me consideraban una estrella por jugar en España, aunque sea en Segunda B. La gente me sacaba fotos. Me sentí un privilegiado, aquello fue impresionante", narra el jugador, que estuvo en la segunda mitad de temporada cedido en el Cacereño.
Tras los entrenamientos y su actuación en los dos partidos le han pedido que vuelva en la próxima convocatoria, que será en septiembre: "Antes de marcharme el seleccionador me dijo que contaba conmigo para la próxima convocatoria. Y los compañeros también me lo pedían. Volveré", explica Ismael, que detalla cómo empezó todo: "Se pusieron en contacto conmigo a través de un amigo de mi padre que sabía que yo jugaba al fútbol. Empezaron a verme por vídeos que enviábamos y me llamaron", comenta.
Todo por su familia
Y no se lo pensó: "Me hace mucha ilusión por mi padre, todo en el fútbol se lo debo a él y esta es la mejor manera de pagarle todo lo que ha hecho por mí. No paró de llorar cuando me convocaron", comenta Ismael sobre Said, acróbata de profesión y que conoció a su madre Mercedes cuando trabajaba para un circo e hizo funciones en Gran Canaria. Ahora él trabaja en Marbella y ella en el sur de la Isla.
Ismael no había tenido la oportunidad de conocer en persona a la familia de su padre: "Sí he hablado con ellos pero nunca nos hemos visto. Mi familia vive a seis horas en coche, es muy lejos y no pudieron ir a verme. El único que pudo fue mi primo, que estaba por la zona. Hablé con él y estábamos llorando. Nunca me habían visto y encima la primera vez fue con la selección. Eso para ellos fue muy grande", continúa. "En la próxima convocatoria iré a conocer a todos", añade.
Tendrá oportunidades para adaptarse a todo lo nuevo que ha vivido en estas dos semanas, como el desplazamiento del hotel al estadio rodeado de cientos de aficionados: "La guagua parecía una furgoneta", comenta. Pero todo lo demás le pareció "bastante normal", desde la comida, a la que ya estaba acostumbrado por su padre, hasta las instalaciones o incluso el césped.
Así, Ismael Athuman se ha convertido en la promesa del fútbol keniata y será, si su carrera se desarrolla con normalidad, un fijo para la selección: "Jugar la Copa de África es mi gran sueño", sentencia.
