"Se hará sí o sí". En el entorno de Roque Mesa Quevedo, no hay margen para la duda. Su venta al glamuroso Sevilla FC se consumará en las próximas fechas, según las estimaciones de los agentes del centrocampista teldense. Con contrato hasta 2020 con la UD, y una cláusula de 30 millones [el de 27 años no figura en el pelotón de los activos que más cobran], al isleño se le presenta una oportunidad irrechazable.
Es el merecido premio a una campaña impecable (34 encuentros en la máxima categoría, un gol y dos asistencias). En Nervión le cuadriplican el salario, y han trasladado la primera proposición de cinco millones de euros -desvelada por el presidente Miguel Ángel Ramírez- por el gladiador isleño. Desde la capital hispalense, se da por hecha la subida a seis millones como última proposición por parte del actual campeón de la Liga Europa y subcampeón de la Copa del Rey. Además, también se abre la posibilidad de mejorar las cláusulas y ofertar una cesión al cuadro grancanario de un mimbre descartado por el técnico argentino Sampaoli.
A pesar del acuerdo entre el jugador y Sevilla -cerrado hasta junio del 2020-, en la plantilla amarilla se confía en la continuidad del organizador. "Roque es un jugador de la UD, muy importante para nosotros; ojalá que se quede. Nos da muchas cosas", asegura Jonathan Viera, estrella y jugador franquicia amarilla.
La frontera marcada por Ramírez para la operación de Roque Mesa es de 10 millones. Desde la entidad isleña, se mantienen pesimistas con la capacidad de reacción del Sevilla. Pero Roque lo tiene claro. El culebrón afronta la fase crítica. "Estamos obligados a entendernos", valoran desde el entorno del jugador. Una pieza de talento que brindó a la UD la campaña de su vida.
