Omar Perdomo está de moda. Es el Cristiano Ronaldo de Jinámar. Triunfa en el CD Tenerife pero está orgulloso del barrio que le vio nacer y dar las primeras patadas. En el Campus Marzasport, dirigido por Carmelo Martorell y Sergio Hernández, respasa sus inicios, su rol de nómada por el San Juan, Universidad, Viera, Estrella, Atlético de Madrid y Las Palmas Atlético. Hasta que conoció el Teide. Debutó con Agné y ya se hizo intocable. En la temporada 2015-16, con 39 partidos, firmó cinco dianas. Es el nuevo príncipe del Heliodoro, y el rey de Jinámar.

¿Qué aprendió de su visita al Campus de Marzasport, en el modesto barrio de Jinámar? ¿Qué representa esta zona para usted y su carrera?

Como todos sabemos, Jinámar es un barrio muy grande. Donde la gente sigue mucho al fútbol. Le gusta a todo el mundo, y sobre todo a los más jóvenes. Tuve la suerte de acudir al Campus del Marzasport y te llena, muy contento de ver la cara de los niños. Feliz porque están haciendo deporte, están aprendiendo, y si están formando, no solo como futbolistas sino como personas.

Usted es el símbolo y el nuevo embajador en el primer escalón profesional de Jinámar. ¿Se siente el abanderado del barrio?

Por supuesto que me siento orgulloso.La gente me quiere mucho, están constantemente a mis momentos. A mis capítulos futbolísticos, muy contento y muy orgulloso, sobre todo porque te lo transmiten. Se alegran de tus éxitos, y disfrutan viéndote crecer como profesional en este caso en el CD Tenerife. A lo mejor se decantan por otras más conocidas, pero a mí, sí me llegan sus ánimos.

San Juan, Universidad, Viera, Estrella, filiales del Atlético de Madrid, Las Palmas Atlético, Tenerife B y Tenerife. ¿De toda su carrera, con qué se quedaría? ¿Qué etapa le marcó más?

A nivel positivo, el momento que llegué al CD Tenerife. En el aspecto negativo, el palo que me llevé tras pasar por un Atlético de Madrid y volver a tu Isla. Jugar en Tercera, lo ves como un paso atrás. Siempre he sido positivo, intento sacar las cosas buenas a todo. Y supe reponerme a todo ello.

¿Por qué se fue de Las Palmas Atlético? ¿Qué pasó para que no continuase de amarillo?

Al final no me iban a dar la continuidad, que yo quería en la UD Las Palmas y al final esto es el fútbol. Hay muchos equipos, mucha gente que puede apostar fuerte por ti y decidí emigrar. Y mira, al final me salió todo a pedir de boca.

¿Qué cantera es mejor: la factoría de Siete Palmas o la del Heliodoro Rodríguez López? ¿La amarilla o la chicharrera?

Es un debate, que siempre me plantean. No creo que una sea mejor o peor que otra, considero que los dos clubes están aprovechando a los canteranos, los están sacando y acercando al primer equipo profesional y con eso es con lo que nos tenemos que quedar. Unos la trabajan de una manera, y otros, pues de otra. Es diferente, simplente así. No creo que una sea mejor o peor que la otra.

Y eso de ser amarillo y acabar en el Tenerife, ¿tiene algo de especial o uno es profesional, abraza el tinerfeñismo y aparca el plano sentimental?

Es muy especial, la afición aquí en Tenerife siempre me ha tratado muy bien. De una manera increíble, no tengo nada que reprocharles. Darles las gracias por todo, a pesar de ser grancanario, y siempre ha existido la rivalidad esa, pues me han tratado de una forma muy positiva.

El CD Tenerife está viviendo una reconstrucción institucional y quiere con Martí dar ese paso definitivo hacia el ascenso. Volver a la mejor liga del mundo, como ya ha hecho la UD Las Palmas. En ese camino, ¿la apuesta por la cantera deber ser más valiente, tal como hizo la UD en 2010, con su apuesta por Vitolo o Viera? En el vivero tinerfeño hay mucho talento: Cristo, Nano...

Eso es un tema y un debate donde no me gusta entrar. Pero sí creo que el Tenerife debe confiar en el futbolista de la cantera, al final, da sus frutos. Tanto en la UD Las Palmas como el CD Tenerife.

¿Qué recuerda del final del Universidad, de su paso por Segunda B?

Fue una etapa muy bonita, fue donde realmente me formé como profesional y futbolista. Y como persona. Allí aprendí mucho, tuve la oportunidad de jugar con futbolistas con una enorme experiencia en el fútbol. Me supo a mucho, pude estar poco tiempo por desgracia en el primer equipo. Pero pude aprender bastante.

Su sueño. ¿Cuál es su mayor aspiración profesional: subir a Primera con el Tenerife o volver a la UD?

Sueño ahora mismo con jugar en Primera con el CD Tenerife. Tener un ascenso con el Tenerife. Es algo muy bonito, algo que todo 'chicharrero' queremos lograr. Sueño con ese logro deportivo, en este punto de mi carrera.

¿Qué recuerdos tiene de sus inicios en el barrio de Jinámar con una pelota?

Siempre con una pelota, tuve la suerte de que a todos mis amigos les gustaba el fútbol. Estábamos constantemente jugando e intentar practicar y mejorar.

¿Qué entrenador ha sido el que más le ha marcado como profesional?

Como técnico, he tenido la suerte de tener muy buenos entrenadores como Raúl Agné. Me dio la oportunidad, que apostó por mí. Muy agradecido por esa parte, y esa confianza. Como futbolista, intento quedarme con lo bueno de todos. Intento aprender de todo, y tratar de plasmarlo en el césped.