Seleccionador nacional con pasado amarillo. Las batallitas en el Insular de un portero que defendió los escudos de Madrid y Barça. Julen Lopetegui Argote (Guipúzcoa, 49 años) tiene la difícil papeleta de sepultar sin traumas la edad dorada de La Roja. El nuevo responsable técnico lleva cuatro días en el cargo, y ya le persiguen los fantasmas de la mítica pizarra de Luis Aragonés -España se hizo con la Eurocopa tras 44 años de sequía en 2008 en Viena- y de Vicente Del Bosque -logró el doblete, Mundial y Eurocopa en 2012-.
Los últimos batacazos, en Brasil 2014 y Francia 2016, dejan al novato el camino despejado. Pero el gol de Iniesta en el Soccer City de Johannesburgo pesa una tonelada.
El exportero de la UD -curso 1988-89, con Álvaro Pérez y Germán Dévora en el banquillo- afronta el cargo bajo una tremenda corriente negativa, que cuestionan su escasa experiencia. Rayo Vallecano, Madrid Castilla, las categorías inferiores de La Roja [conquistó tres títulos continentales] y el Oporto -despedido en enero del 2016- completan su curriculum.
Arquitecto de la transición dulce, un viaje por sus 31 partidos de amarillo desnudan a un competidor de raza y metódico. La Isla fue su primera gran aventura profesional con guantes, luego estiraría su carrera por el primer equipo blanco, Logroñés, Barcelona y Rayo.
La perla de Chamartín
Lopetegui es un autodidacta. A sus entorchados continentales, cabe resultar el baño que le dio al Bayern Múnich de Guardiola en la ida de los cuartos de final de la 'Champions' en 2015. Finalmente sería eliminado, por un contundente (6-1) en el Allianz Arena. Pero dejó su firma de kamikaze, de un estratega que compite baja la bandera de 4-3-3. Un sello que encaja con la herencia de los últimos gigantes.
Lopetegui cuenta con 151 partidos de bagaje en los banquillos, pero ahora todo será diferente. Le espera España, una prensa despiadada y el peso de la historia. Debe sacar petróleo tras la edad de oro. La depresión debe terminar.
Igual que cuando llegó con 22 años Las Palmas de Gran Canaria. Su primera aventura profesional de relieve, tras abandonar la categoría de plata con el Castilla.
Recibió 42 tantos y la UD acabaría undécima, con dos técnicos como Álvaro Pérez-que fue destituido en la jornada 23- y Germán Dévora. "Se incorporó muy joven y aún era pronto para saber que sería entrenador. Era un profesional y adoraba el día a día. Es un orgullo verle triunfar", resalta Miranda.
Insiste el exjugador internacional del Barça y UD, que "en la portería tenía personalidad, era de la escuela vasca, y un competidor nato. Fue una temporada difícil en la que no se colmaron las expectativas. La idea era pelear por el playoff, pero las cosas no salieron. En el vestuario había un gran ambiente, encajó muy bien".
Por su parte Javier Campos, un lateral de pundonor, realza su registro afable. "Era campechano, su juventud no fue un obstáculo. Se adaptó a pasos agigantados. Entró y encajó muy bien. Un currante de esto. Cabe reseñar su fortaleza física y compromiso. ¿Anécdotas? Fue un grancanario más, uno de los nuestros". Este entrenador nacional, subraya la herencia del Madrid en el entrenador de Guipúzcoa de 48 años. "Siempre se ha preocupado por el trato del balón y el espectáculo, patrones que trajo de cuna. Verle triunfar es un orgullo", asegura el exjugador.
Juan Carlos Gómez Perlado, responsable de la preparación física de las categorías inferiores de La Roja, coincidió con Lopetegui en la Isla en la 1988-89. Y luego en la selección (sub 19, sub 20 y sub 21, de 2010 a 2014)-."¿Secretos? Dedicación y constancia. No es una sorpresa verle crecer y triunfar", aseguró el catedrático de la preparación física, que cuenta con una colección de medallas de oro. Para el especialista, el paso de Lopetegui por la Isla fue "su trampolín".
En la partida por la titularidad, ganó con jaque mate a Chano (jugó siete partidos) y José Miguel, inédito. Con 2.790 minutos, debutó ante el Racing en El Sardinero -septiembre de 1988-. Gerardo, Pedro Luis, Armando, Julio Durán, Javier Campos, Chinea, Alexis, Onofre, Víctor, Contreras o Andrés lideraban aquel plantel. Sergio Marrero, que se hizo la foto oficial, fue traspasado al Atlético de Madrid.
Un sello demoledor, pero que encajó trece derrotas y acabó undécimo. Andrés (11 tantos) y Koke Contreras (9) fueron los máximos realizadores. La UD fue el quinto más batido. Las cifras de Julen (41 dianas, 31 duelos ) le mostraron el camino.El meta vasco terminó con una media de 1,35 goles por partido. Y encadenaría tras dejar la Isla ocho temporadas en Primera. Real Madrid (1 partido), Logroñés (107) y FC Barcelona (5). Luego encadenó cinco campañas en el Rayo, dos en la categoría de plata, y tres en el Olimpo. Con un ascenso incluido en su expediente -y siete títulos-. Todo comenzó en el Insular. De Ciudad Jardín a La Roja.
