Fino pero letal. El delantero del División de Honor Juvenil Carlos González se ha destapado en esta pretemporada como una de las grandes sensaciones. Forma parte de ese grupo bendito, junto a Tyronne, Jonathan Viera, Macedo o Marko Livaja. Osado y vertical, ante el Lorca acabó como nueve. La única referencia ofensiva ante la lesión de Sergio Araujo -Marko jugó la primera hora de partido-, fue una amenaza constante ante el conjunto murciano de la categoría de bronce. Tuvo el gol a tiro, el botín a su presencia en las dos últimas semanas en la dinámica del primer equipo. Todo comenzó en Tunte. Ante el combinado del Sur jugó de inicio. Escorado en la banda derecha.

Ante el CD Tenerife, ejerció de organizador, junto a Viera y Montoro. Ante Emiratos Árabes encaró sin descanso. Y ante el Lorca, tuvo el gol cerca. A unos centímetros. El delantero del filial, que conforma la presencia de jugadores de la vela chica, junto a David Ramírez, Álvaro Arencibia y Pedro, cuenta con el respaldo de Setién. Cuando acaricia la pelota se ven cosas diferentes. Talento en estado puro. Veremos si tiene el premio del estreno en la mejor liga del mundo. Por ahora, sigue dando que hablar. Fino como un palillo, letal como como una ametralladora. Es del club del regate eterno. Esta tarde volverá a escena en el Pinatar Arena.