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La llegada del ex del Milán no cierra el capítulo de altas

El club sigue pendiente del mercado con el puesto de extremo o punta como debate

Quique Setién, Luis Helguera y Toni Cruz, en Barranco Seco. SABRINA CEBALLOS

El cuarto fichaje de la UD Las Palmas tras los de Hélder Lopes, Michel Macedo y Marko Livaja abre un nuevo panorama en la confección de la plantilla para este curso. Kevin-Prince Boateng es un centrocampista ofensivo con capacidad para jugar en banda, pero no es el extremo puro que reclamaba Quique Setién y también otros estamentos del club.

Así, el chollo que supone el alemán no cierra el capítulo de altas del verano. El cántabro ya lo aclaró tras la gira por Murcia: "Trabajamos con la intención de traer uno más", explicó. Ocurre que la decisión sobre la posición de ese jugador está sometida a debate. Unas voces en el club consideran que falta un extremo y otras reclaman a otro delantero centro.

Tyronne, Ortuño y los 23

Y es que la baja de Willian José no ha sido del todo cubierta ya que Livaja no tiene sus mismas características. El brasileño, que ha firmado por la Real Sociedad, permitía con su corpulencia que el equipo apostara por el juego directo como plan B, argumento que el croata y Araujo aportan con más dificultad.

Así, las cuentas para que la plantilla sea de 23 efectivos, como reclamó Quique Setién, se complican. La única opción de que llegue un nuevo jugador y el plantel sea de 23 hombres es que haya una baja inesperada o que ninguno de los que estaban cedidos la temporada pasada se queden con ficha. Así, la incorporación de Boateng podría cerrar las puertas a la continuidad de Tyronne o Alfredo Ortuño.

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