El infierno de jugar un derbi en agosto. Jerónimo Figueroa Momo, extremo de la UD, pieza de jerarquía en el vestuario, con 193 intervenciones en siete campañas, analiza el caótico episodio en la vuelta de la final de la Copa Mahou. "La verdad que no se gana nada con lo que sucedió", detalla el atacante de 34 años -y que el pasado miércoles jugó de inicio en el Heliodoro-.
En relación a la entrada de Arencibia sobre Nano, que desató la tormenta, determina que no era de expulsión. "Es una entrada fuerte, pero viendo las imágenes toca balón, lo que pasa que Nano se queda enganchado. No es para roja".
Y cuestiona de forma enérgica la disputa de la Copa Mahou -que ya cuenta con cinco ediciones- en esta fase de pretemporada. "Esto tiene que ser una fiesta del fútbol canario (...) Es un derbi pero se ha convertido en un partido de barrio. Para que se vea esto, mejor dejarlo para competición oficial".
Se desmarca del lanzamiento de objetos y de las agresiones de los jugadores del Tenerife [como Suso a Borja o Vitolo a Simón]. "No vi que tirasen botellas ni nos agrediesen". Se ha medido al 'Tete' en cinco ocasiones de amarillo -en partido oficial y con una diana-.
Síndrome 'Benjamin Button'
El de Las Torres completó en la pasada LaLiga Santander 23 encuentros (1.387 minutos, con tres asistencias). Tras renovar, se ha destapado como uno de los mimbres más en forma del verano. Madurez y categoría. Igual que en la película de Brad Pitt, 'El curioso caso de Benjamin Button', el alfil de oro se resiste a envejecer. Destila energía y arte como demostró en la acción que firmó con Marko Livaja y Tyronne ante el CD Tenerife.
En la propuesta asociativa del estratega Setién, Momo ha disparado su caché. Tras debutar con la UD en febrero de 2003, sigue dando guerra en la mejor liga del mundo. El secreto de la eterna juventud.
