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UD Las Palmas Contracrónica y vestuarios

Hat-trick de Pastorello y Crnjar

Livaja y Prince Boateng, dos de los fichajes llegados este verano con la intermediación de la pareja de agentes, debutaron en la UD con gol. Doblete para el delantero croata

El delantero croata Marko Livaja celebra su primer gol encarándose con la grada de Mestalla. LOF

Desde el verano pasado, un nuevo actor apareció en el entorno de la UD Las Palmas. La primera vez que aterrizó en Gran Canaria tenía un objetivo claro. No era ésta, precisamente, una meta que entusiasmara a la entidad grancanaria: mediaba para que Sergio Araujo fuera traspasado al Palermo, que buscaba un recambio para Paulo Dybala, traspasado a la Juventus. El personaje en cuestión era Federico Pastorello, uno de los agentes más reconocidos en el panorama europeo. El cuadro italiano se puso en sus manos para que el Chino, después de anotar 25 goles en Segunda División acabara en la Serie A.

Ese deseo no se produjo, pero la dirección deportiva de la UD Las Palmas guardó su teléfono en la agenda de contactos. El año pasado, fruto de las buenas vibraciones de aquel encuentro, llegaron los primeros réditos de la relación. El primero, Wakaso Mubarak; el segundo, ya en invierno, el uruguayo Mauricio Lemos. Dos fichajes donde la intermediación de Federico Pastorello y su mano derecha, Edoardo Crnjar, fue necesaria para que ambos futbolistas acabaran en la disciplina amarilla.

Este verano su sello está también en la confección de la plantilla grancanaria. Tanto Marko Livaja como Kevin Prince Boateng, el fichaje de siglo en la UD Las Palmas, son del tándem Pastorello-Crnjar. De hecho, ayer en Mestalla, el segundo estaba presente en las gradas -al igual que hizo en Darmstadt- y visto lo visto, valió la pena.

Y es que tanto Marko Livaja como Kevin Prince Boateng completaron un notable debut oficial con la camiseta de la UD Las Palmas. El ariete croata anotó dos goles; el mediapunta alemán internacional con Ghana, otro. Un día redondo para sus chicos que, además de ser titulares en el primer esquema de Quique Setién en Mestalla, consiguieron ver portería. Algo que tuvo su peso en el partido, pero también en la moral de los futbolistas.

Marko Livaja ganó la partida a Sergio Araujo para ser titular en casa del Valencia. El punta argentino no tuvo problemas físicos en el tramo final de la semana. Lastrado por este asunto, la responsabilidad en la delantera fue para el internacional croata sub 21. Momento perfecto para aprovechar la oportunidad, pensaría. Y así lo hizo. Más aún, cuando en el primer gol del conjunto ché, Livaja, permisivo, dio demasiadas facilidades a Santi Mina para que rematara de cabeza a gol.

Al exdelantero del Inter de Milán, Atalanta o Rubin Kazan no le hizo falta mucho para remendar aquel error de marca. Una buena triangulación amarilla en la zona de tres cuartos acabó en una buena apertura para Michel Macedo. El carioca levantó la cabeza y puso un buen balón al área. Era un balón bueno, pero no perfecto. Simplemente bueno. Ahí, Livaja se anticipó con fuerza a Abdennour y peinó el balón de manera cruzada. Empate y vuelta a empezar.

Con la misma parte del cuerpo, Kevin Prince Boateng colocó el tercero del partido. El '7', antes, había asistido a Dani Castellano en la jugada que originó el penalti que transformó Jonathan Viera para colocar el 2-1. Otra vez el costado derecho, donde volaba Michel Macedo, otro de los fichajes de la UD este verano, se convirtió en el carril del gol. En el extremo derecho, Nabil El Zhar, una de las dudas que asaltaban a Quique Setién en los días previos al partido -era él o Momo- colgó un balón al área. Un escorzo perfecto del exjugador del AC Milán acabó dentro de la portería del australiano Ryan. Un gol a la altura de la categoría que atesora, pero que lleva tiempo sin poder relucir.

En la segunda parte, a la UD Las Palmas le tocó sufrir. Sin el balón, estaba muerta. Boateng se desfondó, comprometido dentro y su turno se acabó. Enterrados en su área, los jugadores amarillos bregaban sin descanso defendiendo su portería. Asediados, el contragolpe era la única arma viable. Y así fue. Comandado por Araujo, la UD corrió. El balón le llegó a Livaja que, con opciones de pase, apuró la asistencia para ver un hueco en el arco del Valencia. Tiró y acertó. Tarjeta amarilla y fin del debut perfecto.

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