¿Cansado de que cada vez que vuelve a Gran Canaria se hable de usted y de tener que atender a los medios de comunicación?
Si digo la verdad, no, nunca. Es un placer. Es muy de vez en cuando y no te da tiempo a cansarte.
La gente no se olvida de su etapa en Las Palmas. Eso es una señal de que algo bueno hizo, ¿no?
Eso me hace sentir muy orgulloso. Que la gente se acuerde de mí es muy bonito. El sentimiento es mutuo porque además de los motivos deportivos hay unos lazos afectivos bastante importantes.
¿Con qué se queda de aquella etapa?
Con muchas cosas, con el calor de la gente, con el calor de los jugadores y con el buen hacer del club. El trato fue exquisito siempre en todos los aspectos. Cuando te tratan así, independientemente de que las cosas vayan bien, es que se trata de un sitio distinto. Eso no pasa en todos los lugares.
¿Contento de cómo van las cosas en Granada?
Vamos un poco tarde. A estas alturas me gustaría estar como la UD Las Palmas, que lleva unas dos semanas con el equipo montado, trabajando con todos. Nosotros no hemos podido hacer eso por muchas razones, porque hemos llegado más tarde, hemos tenido que cambiar muchos jugadores y es complicado. Eso nos ha hecho empezar la competición sin estar del todo armados y faltando varios jugadores. Vamos a ir a Las Palmas con el equipo incompleto pero a hacerlo lo mejor que podamos.
¿En qué porcentaje de lo que quiere se encuentra ahora mismo el Granada?
Muy bajo todavía. Necesitamos muchos más partidos y entrenamientos, sobre todo con la gente que va a venir ahora, que vendrán cuatro o cinco a última hora. Todavía estamos muy lejos de lo que yo quiero conseguir con este equipo.
¿Samper y Pereira están descartados para venir a la Isla?
No. Tenemos tan poca gente que no podemos descartar a nadie, pero primero quiero ver en qué estado llegan. Si me dan buenas sensaciones no descarto que jueguen.
¿Le parece justo lo que ocurrió con Angulo?
No es una cuestión de justicia o no, es cuestión de que ha ocurrido. Estamos muy afectados. Hay que esperar a que salga la posible sanción pero por mucho que le queramos ayudar tiene que responsabilizarse él. La noticia ha caído como una bomba en Granada porque es un jugador en el que el club puso muchas ilusiones y mucho dinero.
Por su filosofía sus equipos siempre quieren el balón, pero la UD también y está más hecho. ¿Qué partido espera?
Nosotros vamos a salir a ganar. Con lo que tenemos no sé si nos llegará o no, pero no vamos a ir con otra idea que no sea la de ganar y jugar bien. Está claro que Las Palmas parte con cierta ventaja, pero en el fútbol las excusas no valen. No vamos a ir allí a pasar la tarde, vamos a sacar algo positivo.
¿Qué similitudes y diferencias hay entre usted y Quique Setién?
Tenemos una manera de ver el fútbol bastante parecida y puede haber ciertas similitudes. Hay muchas diferencias también. Setién ha podido de un año para otro mantener casi intacto el bloque y con algunas incorporaciones, y eso le hace tener mucho trabajo adelantado. No empieza de cero, sino con un empaque y una idea con la que lleva jugando mucho tiempo. Es todo un acierto. Mantener ese bloque permite ahorrar plazos al entrenador.
¿Le sorprendería ver a la UD acabar entre los diez primeros?
No, para nada. Tienen un buen equipo, un buen entrenador, una buena filosofía de juego. A nivel técnico es uno de los equipos mejor dotados de la categoría. Desde fuera no se ve nada descabellado, pero es un poco pronto. El equipo ha dado muy buenas sensaciones pero no hay que presionar.
¿Cuál es el techo de Jonathan Viera?
Puede jugar donde él quiera. Su primera salida de la Isla no fue todo lo bien que le hubiera gustado, pero su regreso le ha puesto en el sitio que se merece. Sé que está muy a gusto en Las Palmas y que para Las Palmas es un lujo tenerle, pero por su nivel futbolístico puede jugar en el equipo que quiera. Está a la altura de los mejores de la Liga.
También tuvo en sus manos a Tyronne. ¿Le ve con calidad para consolidarse en Primera?
Sí, por supuesto. A mí me tocó vivir una época muy bonita en Las Palmas, pero también complicada porque era mucha gente joven y era subir a ocho o diez jugadores de Tercera. El Vitolo de ahora, el Jonathan Viera de ahora o el Vicente de ahora no son los de aquella época. Tenían mucha hambre y muchas ganas pero ahora indudablemente son mejores. Esa hornada de jugadores ahora se han hecho hombres y tienen un equipo competitivo. Y en este caso está también Tyronne, que llega un poco más tarde pero ahí está.
¿Se siente partícipe, aunque sea en un pequeño porcentaje, del gran momento en el que está ahora la UD como club?
No es por mí. A mí me tocó vivir un momento en el que el club tuvo que apostar por la cantera y de ahí que saliesen tantos jugadores. También Vicente, que me ha sorprendido la capacidad que ha tenido para progresar. Me tocó a mí, pero le podía haber tocado a otro. Lo único que hice fue estar en ese momento allí, darles cariño y confianza. Lo que ha ocurrido es más mérito de cada uno de ellos. Lo único que hice fue verlos, sacarlos del filial y trabajar con ellos. No creo que la progresión de Vitolo, Viera, Vicente y los demás se deba a mí.
