A la tercera cuestión, Marcel Domingo explotó. Ante el micrófono de Simón Rufo, periodista de Televisión Española, el técnico francés no aguantó más. "Vamos a quitarle dramatismo al resultado, pero aún así, ¿este marcador es grave para el Valencia y para usted?", preguntó el reportero al entrenador. Su contestación palpaba el cabreo con el que se iba del Estadio Insular el entrenador del Valencia en la temporada 1978-1979.
"Yo no sé las preguntas que usted me está haciendo, solo pregunta cosas raras. Podría hacer preguntas más bonitas, con más elegancia, más cosas de fútbol, más de actualidad. Esto es un rollo que a mí me aburre ya". Y así, con esa contestación, Domingo dejó plantado al periodista y desfiló por uno de los pasillos del recinto de Ciudad Jardín.
Este momento, recogido en el archivo de RTVE -y presente en la plataforma web de Youtube- define la impotencia con la que el Valencia salió la noche del domingo 17 de septiembre de 1978 de Gran Canaria. Aquel día, la UD Las Palmas vapuleó al Valencia, uno de los favoritos a estar en los puestos altos de la tabla con un contundente 2-0 en la tercera jornada de liga, que elevó al club amarillo a la primera posición de la tabla. Un lugar que ahora vuelve a conocer.
Treinta y ocho años después, la UD vuelve a saborear a qué sabe ese primer puesto, qué se siente al ver a todos los equipos de la competición por detrás. Es la segunda jornada de liga, pero el pleno de puntos que lleva el equipo de Quique Setién, con nueve goles a favor y dos en contra, eleva a la UD a un puesto inalcanzable hace tan solo unos meses y, que hace casi 40 años, tampoco era tan inhabitual.
"Habíamos sido subcampeones de Copa del Rey un año antes y la base del equipo se mantenía. Teníamos la suerte de contar con jugadores canarios, donde todos nos conocíamos, pero también con estrellas para nosotros como Brindisi, Carnevalli y Morete", recuerda Félix Marrero, que participó en aquel partido frente al Valencia, aunque duró poco en el campo.
"Fue un año complicado para mí, y aunque no lo recuerdo muy nítidamente, creo que me tuve que salir por problemas en la rodilla. Tuve una tendinitis y me perdí algunos partidos", señala el polivalente exjugador amarillo. De lo que no se olvida Marrero es del extraordinario equipo que tenía aquella temporada el Valencia, liderado por Mario Alberto Kempes, campeón del Mundo ese mismo verano con Argentina.
El hombre al que le tocó defender a El Matador fue Roque Díaz. "La verdad es que fueron tantos partidos contra el Valencia que es difícil separar uno de otro. Pero si me acuerdo de éste es porque en el Diario de Las Palmas, creo que Luis García Jiménez puso que había hecho un marcaje magnífico a Kempes, que apenas recibió balones y no tuvo ocasiones de gol", apunta el exfutbolista y excapitán del club amarillo.
Díaz, que tuvo el "honor de marcar a Kempes", recuerda que "por nombres", aquel Valencia era superior a la UD Las Palmas. Los ché, además de con El Matador contaban en sus filas con hombres como Felman, Rainer Bonhof, Cordero, Manzanedo o Solsona. Tal era el potencial que se le veía a aquel equipo -ganó la Copa del Rey al término de la temporada-, que las crónicas de la época los tildaban como el Valencia de los 'Millonarios' por lo que costaba mantener a un plantel de esas condiciones.
En la UD, Carnevalli, Brindisi y Morete daban un plus de talento a los Roque, Hernández, Felipe Martín, Maciel o Gerardo Miranda. "Fueron unos años redondos. Sin lugar a dudas, Miguel Muñoz nos sacó un rendimiento magnífico, extraordinario", apunta Díaz.
La banda
En la línea de cal, la UD Las Palmas contaba entonces por segunda y última temporada con el entrenador madrileño. "Miguel Múñoz, para mí fue una de las claves de aquel equipo. Él nos daba su personalidad en el campo. Nos metimos en una final de Copa y al año siguiente completamos otra buena temporada", asegura Noly, que también participó en aquel partido tras sustituir en el minuto 10 a Félix Marrero.
El grupo humano y la influencia del entrenador son dos aspectos que priman en el análisis del porqué de aquel triunfo y de aquella temporada que acabó con la UD Las Palmas en la sexta posición al término de la liga. "Íbamos casi todos los miércoles de asadero, que siempre lo promovían los argentinos. Hacer unión fuera de los entrenamientos y del vestuario es fundamental", explica Félix.
En la imagen de Quique Setién, Roque observa de perfil a Miguel Muñoz. "Son dos técnicos a los que les gusta el fútbol. Él venía de ganar la Copa de Europa con el Real Madrid a entrenar a Las Palmas, un cambio importante, pero que supo manejar", agrega.
Volver a ver a la UD Las Palmas en lo más alto de la tabla tras la goleada al Granada por 5-1, devuelve a Noly a lugares que tenía olvidados. "Desde que lo nombraron el domingo al acabar el partido, me está trayendo recuerdos muy buenos. Aquella vez, como en esta ocasión, fue al inicio de la temporada y te viene a la memoria que por unos días fuimos líderes. A partir de ahí, soñar es gratis, aunque probablemente dure poco si somos realistas", argumenta. De momento, los dos goles de Carlos Morete de aquel día ya se han salido del baúl de los recuerdos de una generación inolvidable que busca un relevo en sus batallas en tiempos de gloria en el Insular.
