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Aranzábal y Lendoiro, dos precedentes

El expresidente del Deportivo cobraba un 1% del presupuesto y el del Eibar unos 300.000 euros

Aranzábal y Lendoiro, dos precedentes

En la Primera División actual el único caso de presidente que cobra directamente de su club es Lay Hoon Chan, del Valencia, que actúa como una ejecutiva a las órdenes de Peter Lim, máximo accionista. Lo habitual es que los presidentes de cada club sean los máximos accionistas, que al final de cada curso se reparten una parte de los beneficios, si los hubiera. En el caso contrario, si hay pérdidas en la SAD son los propios presidentes los que responden con su patrimonio, algo que también ha tenido que realizar Miguel Ángel Ramírez durante su largo periplo como presidente de la UD Las Palmas.

Ahora Ramírez, desde que la entidad está en Primera, cobra si se consiguen los objetivos y no es el primer caso en España. Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, fue el más sonado. El máximo mandatario del club coruñés cobraba el uno por ciento del presupuesto de la entidad, una medida que se aprobó en una junta de accionistas. Ocurrió cuando Lendoiro dejó la política y puso ese sueldo fijo como condición para dedicarse en exclusiva al fútbol. Lendoiro llevó al Deportivo de La Coruña a los mayores éxitos de su historia, aunque generando una deuda que tuvo a la entidad al borde de la desaparición. Ahora el presidente es Tino Fernández, que no cobra. Ni él ni su Consejo de Administración.

Otro presidente que cobraba era Álex Aranzábal, el mandatario que llevó al Eibar de Segunda B a Primera en una de las gestiones más ejemplares de un club en España. Aranzábal tenía un sueldo de unos 300.000 euros y dimitió en mayo de este año tras siete temporadas y media en el cargo. Amaia Gorostiza, que no cobra, es ahora la presidenta del conjunto armero.

En la mayoría de clubes los presidentes son los máximos accionistas, que no cobran un sueldo del club, sino que se reparten los beneficios que intentan conseguir con su gestión para la Sociedad Anónima Deportiva. Es el caso del Celta de Vigo con Carlos Mourinño, del Sporting de Gijón con Javier Fernández o del Villarreal con Fernando Roig.

En el Sevilla y en el Real Betis ocurren lo mismo, aunque con dos particularidades. El máximo mandatario del conjunto de Nervión es José Castro, que es la cabeza visible de un grupo -en el que se encuentra- que tiene la mayoría de las acciones. Ahí también está la familia de José María del Nido, ahora en la cárcel y que sí tenía un sueldo procedente del club. José Castro, en cambio, no cuenta con un salario.

En el Betis, mientras, también está al cargo su máximo accionista, Ángel Haro. Ocurre que Haro es el máximo accionista porque el paquete accionarial de Ruiz de Lopera está embargado. Además, en el club verdiblancastro

co está prohibido por los estatutos que el presidente tenga un salario. Otro club que tuvo a un presidente que cobraba es la Real Sociedad con José Luis Astiazarán. Ahora Jokin Aperribay no tiene un sueldo.

Los cuatro clubes de Primera que no son Sociedad Anónimas Deportivas, el Real Madrid, el Barcelona, el Athletic Club y el Osasuna, también tienen a presidentes que no cobran un sueldo del club.

Dueños extranjeros

En los últimos años se ha elevado la presencia de capital extranjero en Primera División. Además de con el Valencia ocurre con el Granada, el Espanyol y el Málaga. En estos tres últimos casos el máximo accionista es también el presidente. En el Málaga el jeque Sheikh Abdullah Al Thani tiene a miembros de su familia en distintos cargos y ellos sí cobran del club.

Mientras, en el Granada es el vicepresidente Kanging Wang quien hace las funciones de presidente y sí cuenta con un sueldo de su jefe y presidente Jiang Lizhang.

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