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La obsesión de Quique Setién

El técnico justifica el trabajo a puerta cerrada en su lucha por "ser más consistentes en la zaga"

La obsesión de Quique Setién

Los pecados de la bestia. Bajo el manto de perfección que cubre al líder, Setién tiene una obsesión. La retaguardia. El preparador de la UD, tras un inicio de vértigo, seis puntos y nueve goles a favor, decretó todo el trabajo de esta semana a puerta cerrada para los medios. Una medida revolucionaria, que se implantó con el deseo de perfeccionar, en secreto, el sistema defensivo. Sin modificar su idea de toque y barroca, reta al gigante de Sampaoli.

"No queremos un encuentro de ida y vuelta. Tendríamos todas las de perder con el Sevilla. Intentaremos detectar sus debilidades (...) Trataremos de sacar el mejor resultado. Con el punto de efectividad que tenemos; el resultado es incierto. Por eso corregimos e insistimos en la arista defensiva. Porque para subir ya sé que mis jugadores son buenos. Necesitamos ser más consistentes a la hora de defender", determinó en la sala de prensa.

Sobre lo de alejarse de los focos en el laboratorio de Barranco Seco, matizó que "ya no engañamos a nadie" pero precisaba de esa calma. "No tengo explicación. Como estamos arriba y los grandes lo hacen, pensé que podría ayudarnos. Para darles menos pistas al rival (...) No me considero un grande; pero este partido es especial en cuanto a la forma de jugar del Sevilla. Porque es bastante similar al Granada o incluso a la nuestra. Quieren el balón y tienen talante ofensivo. Había que tratar de hacer cosas sin dar pistas".

Ausencias y roles

En relación a las bajas de Viera y Prince Boateng, mira al resto del vestuario. Confía plenamente en el arsenal tropical. "Todos son importantes, aunque hay unos más que otros. Demostramos sin embargo que en la UD no decae el nivel, la exigencia o la calidad porque jueguen unos u otros (...) Espero que el equipo no se vea mermado de forma puntual y los que le suplan a estos jugadores [Viera y Prince] no se note. Y es importantísimo, que esto suceda porque nadie puede pensar que hay imprescindibles. Todos deben sentirse importante".

Cuestionado por si Tana y Momo eran los relevos, miró al tendido. "Les he dicho a los jugadores que los importantes no son los que marcan sino los que no participan. Porque esos jugarán y es importantísimo mantener la fortaleza mental para rindan al máximo en su momento".

Esquivó con coherencia la cuestión del calor [se espera una temperatura infernal de 35 grados]. "Seguramente el calor nos afectará (...) A ellos también les afectará. Dependerá del ritmo y del esfuerzo que se le exige a los jugadores".

Descartes y premios

Sobre el descarte de Aythami Artiles, uno de los capitanes y pesos pesados del vestuario, fue categórico. "No tiene ningún problema. Hablé con él. Hay muchos jugadores y tomé la decisión de rotar (...) No estará nadie dos meses sin jugar para mantener a todos en un estado notable. A Aythami le ha tocado no salir, a Hélder Lopes, tampoco...".

Los reconocimientos, como el de Mejor Entrenador de LaLiga Santander en agosto, le obligan a mirar a su equipo técnico. "Hace un año, estaba en el paro. Siempre me rodeo de gente más lista. Estoy absolutamente satisfecho de mi cuerpo técnico. Son partícipes de estos logros, pasajeros o anecdóticos". Citó a Eder Sarabia, Cicovic, Fran Soto, Rafa Cristóbal y Jesús Suárez.

Y reconoció que el pasado domingo, se emocionó con el debut de su hijo Laro en el Racing. "Me hacía ilusión; espero que sea el primer paso de muchos que dispute".

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