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Los ecos de la polémica

Los pecados de Martínez Munuera

El árbitro internacional condenó a la UD con una pena máxima 'fantasma' y al no expulsar a Mariano, por una entrada a Livaja

El delantero croata de la UD, Mario Livaja, tras ser derribado por el lateral Mariano, en la frontal del área del Sevilla en el minuto 85.

Radiografía del escándalo. El árbitro internacional Juan Martínez Munuera (Alicante, 34 años), con 56 partidos en Primera, es la reencarnación del diablo. Su decisión de decretar pena máxima, en la acción del defensa Pedro Bigas con Víctor Machín 'Vitolo' (minuto 88 de la contienda), y que forzó la expulsión del amarillo, ha disparado la polémica. Plantel, cuerpo técnico y afición de la UD hicieron pública su indignación por ese fatídico veredicto y que marcó el rumbo del encuentro. Sarabia batió a Varas; Bigas se fue a la caseta [ya contaba con una amonestación, tras frenar una internada de Vitolo] y fue el caos en el templo de La Giralda.

El terremoto Martínez Munuera resultó despiadado para los de Setién. Todo en cuatro minutos. En el 92.58, cuando solo restaban tres segundos para consumarse el tiempo añadido, un centro desde la derecha del Sevilla fue despejado por Dani Castellano. Llegó el remate de Carlos y una tormenta de ira.

La UD entregó el liderato al Real Madrid, tras encajar la primera puñalada de la temporada. El tanto inicial de Tana, una obra de arte, no fue suficiente (16'). Un repaso por las acciones más controvertidas confirman la controvertida actuación del juez valenciano, que sin embargo anuló un tanto legal al Sevilla, tras un centro de Vitolo [el balón no había rebasado la línea de fondo de la meta de Varas en el segundo acto].

Tras el desplome, Setién no se mordió la lengua en la sala de prensa del Pizjuán. "Hay jugadas que son determinantes. Seguro que ha visto lo que ha pitado, pero son momentos puntuales que se pitan por inercia (...) Porque la jugada del penalti de ellos y la de Livaja no hay diferencia. Y en una decide pitarlo y en otra no. Todos somos humanos (...) Pero se pita siempre mucho más fácil, el árbitro en este campo con esta afición apretando; seguro que estuvo influenciado. En muchas jugadas le ha influenciado el estadio y el equipo que tiene enfrente", criticó.

Z Quince faltas, dos tarjetas

El juez alicantino perdió el rumbo y manejo del encuentro en la parcela central. Toleró en exceso la violencia de N'Zonzi, Ganso y Vázquez. Martínez Munuera decretó 27 faltas, 15 a favor del Sevilla y 12 para la UD. Además, siete fueras de juego -4 para el bando hispalense-.

Pero en el apartado de saques de esquina, llega una diferencia abismal: diez para los locales y solo uno para el conjunto grancanario. Ante las quince faltas del bando de Sampaoli, solo mostró dos cartulinas. En el minuto nueve, amonestó a Franco Vázquez y no sacó la segunda cartulina hasta el minuto 54 [Nico Pareja por empujar a Roque Mesa].

Aquí reside el primer punto de fricción. Un criterio erróneo. Para la UD, fue un pistolero. Amonestó a Marko Livaja (44'), Roque (53'), Bigas (55' y 88'), Araujo (81') y David García (90'). La primera cartulina al croata fue por golpear a Rami. No admite debate. La de Roque, también es muy clara, por sujetar a un rival. Bigas empujó a Vitolo, también parece evidente, pero la de Araujo, estira el debate. El argentino mantuvo una pugna con el extremo isleño, pero fue sancionado. La expulsión de Bigas, por la acción del penalti, resulta exagerada y la de David García, por las protestas, terminó en una amenaza del colegiado alicantino.

El capitán amarillo denunció al término del pulso que Martínez Munuera, le amenazó con la roja: "Me dijo 'No te me acerques que te expulso, y la próxima semana no juegas -ante el Málaga-". El sureño caminaba hacia el sector de la 'marea amarilla' del estadio de Nervión para agradecer el calor del sector de la afición grancanaria. Para el de Maspalomas, el juez de la polémica estaba algo acelerado: "Atribuyo su comportamiento a los nervios".

Nabil El Zhar y Rami

En el inicio de la batalla, el árbitro alicantino anuló de forma acertada un tanto de Nabil El Zhar. El remate de Marko Livaja fue despejado por Sergio Rico hacia el punto de penalti, y ahí apareció la figura del franco-marroquí. Se encontraba en posición ilegal. Un punto para el diablo de esta tercera jornada.

También en esta fase inicial del choque, un disparo de la UD, obra de Dani Castellano, se estrelló en el pecho del galo Rami. No hay pena máxima. Otro gallifante para el juez macabro. La contienda parecía tranquila se alcanzaba el descanso con barra libre para los escuderos de N'Zonzi. Misión: frenar la salida de balón de la galaxia de Setién.

Tanto en posición ilegal

La entrada de Vitolo (46') modificó el guión de esta superproducción de Hollywood. El recital de Roque Mesa pasó a un segundo plano y se disparó la intriga. Torrente de suspense. El extremo grancanario y ex de la UD provocó hasta tres cartulinas [la dos de Bigas y la de Sergio Araujo]. Fue la jugada maestra de Sampaoli. En el minuto 73, la penetración de Vitolo, hasta la línea de fondo, por el costado derecho, termina en gol. El pase de la muerte fue ejecutado a la perfección. Martínez Munuera y sus asistente anulan el 1-1. Un acierto mayúsculo.

El pistolero, por los suelos

En el minuto 85, llegó una de las acciones más determinantes de esta pulso de la polémica. Un saque de portería de Javi Varas es peinado por Sergio Araujo. El esférico llega a los pies de Marko Livaja que se marcha de dos contrarios. Directo al paraíso, y cuando encaraba a Sergio Rico, es derribado a unos centímetros de la frontal por Mariano. Era falta y roja para el lateral del Sevilla. El juez de la contienda miró al tendido. Esto provoca la indignación del estratega Setién. Aquí se marchaba una victoria de oro.

La acción no hay admite dudas. El pistolero croata es derribado por detrás y cuando buscaba el mano a mano ante el arquero sevillano.

Sarabia, a la calle

El técnico asistente de Setién, Eder Sarabia, fue expulsado unos segundos después de la caída de Livaja. En el acta reza lo siguiente: 'Eder fue expulsado por el siguiente motivo: Protestar de forma airada una de mis decisiones mientras gesticulaba con los brazos, habiendo sido advertido previamente por el cuarto árbitro'. Figura clave en los éxitos recientes de la UD, Sarabia se marchó a la caseta. Era el inicio del abismo. Los amarillos habían puesto la directa al infierno. El acoso del Sevilla es brutal. La UD se defiende con una dupla de acero: García y Bigas.

Pena máxima

En el 88, una acción en el costado derecho del Sevilla, termina con un balón al espacio a Vitolo. El extremo, con suma habilidad, gana la posición y es arrollado por Bigas. Hay contacto pero no el suficiente para derribar al de San Cristóbal.

Córner y estallido de ira

En el 92.58, cuando solo quedaban dos segundos para el final, la UD provoca el último saque de esquina. Y aquí llega el (2-1). Con el reglamento en la mano, la acción es válida. El córner estaba legitimado pero está sujeto a interpretaciones. Ayer, González González, decretó el final del Valencia-Betis, cuando restaban diez segundos para el fin del añadido. Los pecados de Martínez Munuera. Sin criterio, condenó a los amarillos con un penalti fantasma.

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