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UD Las Palmas El reportaje

La otra pasión de Setién

Después de retirarse, el entrenador de la UD jugó ocho años al fútbol playa

La otra pasión de Setién

La vida de Quique Setién, de 57 años, ha dado para mucho. Ya es sabido por todos que el ahora entrenador de la UD Las Palmas, admirado en todo el país por su filosofía, fue un sobresaliente futbolista e incluso internacional en tres ocasiones. También es un enamorado del ajedrez, que le sirve para desconectar y lo utiliza en otros aspectos de su día a día. Pero hay otro deporte que ha formado parte de su vida: el fútbol playa. Y durante muchos años.

En 1997, ocho meses después de su retirada, recibió una llamada de su amigo Joaquín Alonso, entrenador de la selección española de fútbol playa desde 2002 y entonces jugador: "Me invitó a ir a Miami a jugar un torneo de fútbol playa. Todo era muy nuevo y a través de una empresa que lo organizaba todo. Le pregunté que cuánto nos iba a costar y me dijo que nos lo pagaban todo y encima nos daban un dinero. Así que me apunté, no lo dudé", narra con un buen recuerdo.

El cántabro, siempre inquieto, encontró un paraíso: "No tenía nada que hacer y me vino fenomenal. Estuvimos unos 9 días en Miami, jugamos contra Estados Unidos, Argentina y Brasil y desde entonces estuve 8 años, hasta que cumplí los 45, que ya por la edad no te dejan jugar. Si no fuera por esa norma a lo mejor seguiría allí", añade el cántabro entre risas.

Fue un tiempo en el que el fútbol playa vivió un 'boom'. De la nada pasó a convertirse en un deporte de moda. Y exjugadores como Setién ayudaron en gran medida. Porque allí estaban también otros internacionales y con muchos años en Primera División como Míchel, Emilio Butragueño, Manu Sarabia, Rafael Gordillo o Julio Salinas. Los partidos se emitían en abierto, se empezaron a albergar torneos con una gran participación en todas las grandes ciudades costeras de España y además la selección acumulaba éxitos.

El pasatiempo perfecto

"Había una liga europea en la que España quedó campeona un par de temporadas y yo llegué a quedar un año máximo goleador. Se me daba bien. Además, tengo una playa debajo de casa y me motivaba mucho, iba a entrenar yo solo, me ponía fuerte, iba al gimnasio y trataba de mantenerme en forma, que es algo que siempre me ha gustado. Y merecía la pena, porque te retiras y te vas de viaje con diez amigos a Brasil, a Mónaco, a Sicilia... eso era un chollo. Si lo hubiera sabido me habría retirado antes del fútbol. Íbamos a hoteles espectaculares, en primera línea de playa... no teníamos las responsabilidades de cualquier deportista profesional, ibas a la playa, entrenabas, salías alguna vez... era un chollo", continúa entre risas el cántabro, que coincidió en la arena con el francés Eric Cantona o con el brasileño Junior, entre otros muchos.

Tanto le apasiona el fútbol playa que Setién tiene desde que se retiró una licencia en una competición en Cantabria: "Cuando me coincide, voy a jugar. Ya el año pasado pude ir a un partido un domingo por la mañana, que el sábado habíamos jugado en San Sebastián. Es un torneo que se juega en la playa de El Sardinero de 16 equipos y que se disputa desde hace 60 años. Siempre me hacen la ficha. A mí lo que me gusta realmente es jugar, lo de entrenar está bien, sobre todo cuando las cosas van bien, como ahora. Pero esto es duro, a mí lo que más me gusta es jugar, es cuando más me divierto, cuando entro en los rondos, en un partidillo... ahí disfruto como en el primer día", continúa el técnico amarillo.

Ya Setién fue durante su carrera un 'rara avis' en el fútbol del norte de España. Muy técnico y fino con el balón en los pies, su perfil se correspondía más al de jugador del sur, al que aprende en la calle. Era el prototipo de jugador canario, un vínculo que se nota en los entrenamientos, en su relación con los futbolistas, en su manera de entender el fútbol. Sabe que Viera, Tana, Roque, Vicente y compañía comprenden el fútbol a través del balón, como hizo él. Tanto en la playa como en el césped.

Amarelle, su primer alumno

De esa aventura en la arena guarda muchos recuerdos y amistades. Entre ellas se encuentra la de Ramiro Amarelle, considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Ahora entrenador-jugador de la sección de fútbol playa del Barcelona, con la que en diciembre del 2015 levantó el Mundialito de Clubes, Amarelle fue algo parecido al primer gran alumno de Quique Setién.

"Quedó campeón de un torneo en La Coruña y tenían como premio jugar un partido contra la selección. Allí vimos a dos o tres chavales y entre ellos Ramiro. Decidimos que vinieran a jugar con nosotros. Empezó a entrenar y yo tuve mucha relación porque me parecía un chaval extraordinario, muy receptivo, muy serio y muy callado. Le cogimos mucho cariño", explica.

"Ha estado conmigo en algún campus de verano. Lo metí en las categorías inferiores del Racing de Santander y luego me lo llevé al Lugo, donde estuvo de entrenador del juvenil. Se adaptó muy bien a mi manera de entender el fútbol. Es muy serio, trabajador y está muy preparado", continúa Setién.

Ramiro Amarelle, que se formó en la cantera del Deportivo antes de pasarse al fútbol playa, admite la enorme influencia que tuvo Quique Setién en su evolución. Antes de Viera, Tana, Roque y de otros muchos jugadores del Lugo o el Racing estuvo el gallego. Todavía Setién no era entrenador, pero con el joven Amarelle casi se comportó como tal: "Pasábamos muchas horas charlando y jugando al ajedrez. Me contaba muchas anécdotas y consejos que no tenía por qué compartir con un chico de 20 años. Fue muy importante para mí, desde el primer momento me sentí muy protegido", indica.

Desde que compartieron experiencia en el fútbol playa Amarelle ya veía en Setién a un gran entrenador: "Quique ha sido una motivación y una referencia en todos los sentidos. Era una voz crítica en cualquier aspecto y eso me ayudó mucho a mejorar como futbolista y como entrenador. No mostraba esa actitud sólo conmigo, sino que era algo inherente a su personalidad. Cada cosa que me decía era un nuevo estímulo e hizo que cada día me propusiera a mí mismo nuevas metas. Yo traté de corresponderle intentando mejorar porque sabía que era algo que simplemente le gustaba", indica.

Amarelle comenta que "la referencia fundamental de Quique es el Barcelona de Pep Guardiola". "Es capaz de introducir sus toques personales y adaptar ese modelo de juego a las situaciones que le toca vivir. Creo que está disfrutando especialmente de Las Palmas porque es el equipo que le ha ofrecido los jugadores de mayor talento y calidad", continúa. "Es un tipo claro y sencillo, con un buen concepto del fútbol. Es muy inteligente y coge cosas de todos los entrenadores que puede", sentencia. Mejor entrenador del mes de agosto en Primera, el líder desde el banquillo de la revelación del fútbol español, Setién aprendió y enseñó tanto en el césped como en la arena.

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