Condición número uno de un equipo de fútbol para lograr un objetivo: convertir su campo en un fortín. Allí es donde está protegido por su afición, donde se siente más cómodo. Está en casa. Y es lo que ha conseguido la UD Las Palmas, que con dos victorias en dos partidos en casa recibe al líder con un pleno y el cuchillo entre los dientes. Esa tendencia no es nueva. Como el juego del equipo, la dinámica de sacar buenos resultados en el Estadio de Gran Canaria es heredada de la temporada pasada, cuando no perdió en los últimos cuatro encuentros.
Precisamente el último visitante que ganó en Siete Palmas fue el Real Madrid. Y lo consiguió gracias un tanto sobre la bocina de Casemiro que hizo injusticia en el marcador. Desde entonces la UD superó al Valencia (2-1), empató ante el Sporting de Gijón (1-1), goleó al Espanyol (4-0) para certificar la permanencia y volvió a igualar (0-0) con el Athletic en la despedida de Juan Carlos Valerón.
20.003 entradas vendidas
Para que ganar en casa sea más fácil es fundamental un ambiente caliente para el visitante. El recinto de Siete Palmas no se ha llenado y tampoco parece probable que lo haga este sábado ante el líder. Se han retirado 20.003 entradas, por lo que será muy complicado que se supere la afluencia de 25.846 que fueron a ver la cita ante el Real Madrid el curso pasado.
