Lino Chaparro, abogado de Sergio Araujo, se mostró totalmente en desacuerdo con la versión que dan los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en el atestado que se levantó en el incidente de tráfico que protagonizó el jugador de la UD Las Palmas el pasado lunes, por el que será juzgado penalmente al negarse a someterse a la prueba de alcoholemia.
Los hechos que relató el ministerio fiscal no concuerdan con lo que el argentino apunta. Según la defensa, el delantero amarillo viajó de copiloto en su vehículo el día de autos. Conducía un amigo -que declaró ayer a favor de el Chino-. Éste se mostró indispuesto al haberle sentado mal un kebab que había ingerido, y por eso detuvieron el coche en el lugar donde fueron interceptados por los agentes.
Según su relato, la Guardia Civil les convidó a mover el automóvil hacia una zona donde no interfiriera la circulación. Entonces, Sergio Araujo les explicó que su acompañante se sentía mal y los agentes le dijeron que fuese él quien lo desplazase unos veinte metros.
El futbolista argentino afirma que, antes de hacerlo, les explicó que no podía porque había ingerido alcohol. A pesar de ello, los agentes dieron su conformidad y no pusieron impedimentos, según la versión del jugador. Por eso, afirma sentirse engañado por los miembros de la Benemérita.
Expectación
El juicio rápido que tenía lugar ayer en Telde contra Sergio Araujo generó una gran expectación mediática. Casi una treintena de periodistas aguantaron las muchas horas en las que estuvo en sede judicial el jugador de la UD, que aguardó pacientemente a que se resolviese el juicio rápido. En todo momento estuvo acompañado por su abogado, por su padre y por el amigo que iba con él en el vehículo la mañana de autos.
Y es que todos los medios que seguían el caso esperaban una resolución más breve del trámite judicial, que se iba alargando en el tiempo por motivos de la instrucción del caso. Hasta la propia juez que se encargó del caso mostraba su sorpresa ante la repercusión que estaba teniendo el caso de Sergio Araujo, tratándose de un asunto de negativa a pasar el control de alcoholemia durante un incidente de tráfico.
Tal era la expectación que la comparecencia de la propia magistrada, el fiscal, la defensa y el propio futbolista para acordar un nuevo juicio se llevó a cabo en una Sala de Vistas con los periodistas como únicos testigos.
