Mucho trabajo le resta por delante a la secretaría técnica de la UD Las Palmas en los meses que le quedan por delante hasta el final del presente curso, sobre todo en el tema de las renovaciones de contratos. Hasta diez jugadores de la actual plantilla profesional tienen establecido el mes de junio de 2017, o sea a la finalización de la actual campaña, como fecha en la que expira su relación contractual con la entidad: Bigas, David García, Javi Varas, Raúl Lizoain, Dani y Javi Castellano, El Zhar, Montoro, Momo y Boateng. Cabe recordar que a partir de enero los futbolistas, si así lo desean, ya pueden negociar con otros equipos.
En algunos de estos casos parecen que sigue costando que haya una resolución, pues no se consigue finiquitar satisfactoriamente el tema a pesar de las reuniones mantenidas; otros no resultan tan urgentes porque hay una opción de ampliación; y en la mayoría se espera un primer paso para iniciar la ronda de conversaciones.
Sin duda, una de las renovaciones que más urgen es la de Pedro Bigas. Después de la magnífica campaña 2015-16 que realizó el central balear, su cotización en el mercado subió como la espuma y se convirtió en pieza codiciada el pasado verano, aunque desde la UD Las Palmas se repitió hasta la saciedad que nunca llegó una oferta formal por él.
Desde que finalizara el ejercicio anterior, la entidad amarilla ha mantenido contactos con su representante, Iñaki Ibáñez, para ampliar el contrato del defensa mallorquín. Pero a estas alturas, las conversaciones no han llegado a buen puerto. Eso sí, éstas se han intensificado durante las últimas semanas para intentar acercar posturas y resolver la continuidad de una pieza clave.
En este asunto de las renovaciones hay una demarcación en la que todos sus inquilinos se encuentran en la misma situación, o sea que su relación contractual con la UD Las Palmas expira a finales de la presente temporada. Se trata de los guardametas amarillos Javi Varas y Raúl Lizoain.
Si el andaluz no se ha pronunciado al respecto públicamente, el canterano sí que lo ha hecho y dejó clara su predisposición de continuar defendiendo los colores del club de su tierra. Dijo estar tranquilo y que su teléfono está abierto para cuando se produzca la llamada.
Otro hombre de la casa se encuentra en la misma situación. Es el caso del capitán David García, un hombre de peso en el vestuario que también finaliza contrato el próximo 30 de junio. El central, que ya la temporada pasada firmó un final de campaña sobresaliente actuando en el lateral derecho, sigue ofreciendo hasta ahora unas prestaciones magníficas en el inicio del actual ejercicio. Pero tampoco le desespera, por el momento, su situación: "Todavía no hemos comenzado las conversaciones para mi renovación. Nadie se ha puesto en contacto conmigo. Espero y deseo renovar", explicó.
Más jugadores de la UD Las Palmas que deben pasar por este trámite son los hermanos Castellano, Javi y Dani. Dos casos totalmente contrapuestos el de los gemelos, algo que podía afectar la valoración a la hora de tratar su continuidad en el club . Si Dani ha mostrado una regularidad exquisita en cuanto a rendimiento, Javi, por culpa de las lesiones, lleva prácticamente un ejercicio y varios meses más sin poder participar de la dinámica del equipo.
Ángel Montoro y Nabil El Zhar también se encuentran a la espera de esa llamada de la entidad para conocer la verdadera intención que existe desde la secretaría técnica en cuanto a ellos.
Por su parte, en los casos de Momo y de Kevin Prince Boateng, su situación presenta otras connotaciones. En cuanto al primero, su contrato recoge una temporada más opcional, dependiendo del número de partidos en los que actúe en la presente temporada o bien que el club desee su continuidad sin llegar a alcanzar esa cifra.
En referencia al segundo, cuando la UD Las Palmas sorprendió este verano con el fichaje del mediático alemán consiguió guardarse una opción de renovación hasta 2018, que deberá ejercerse antes del 30 de abril de 2017. Por tanto, el crack amarillo puede ver ampliado su contrato por una temporada más de la firmada.
Aunque no tanto en estos últimos casos ni en el de Bigas, la idea que maneja el club es la de esperar un tiempo prudencial para luego acometer las renovaciones dependiendo de cómo vaya transcurriendo la actual campaña y de las prestaciones de estos futbolistas.
