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Quique Setién y los escaques canarios

El entrenador de la UD disfrutó de una grata velada junto a dirigentes del ajedrez grancanario

Quique Setién (arriba en el centro) y Manu Sarabia junto a los representantes del ajedrez canario el pasado jueves. PANCHO

Quique fue muy puntual a la cita. A las 14.30 en punto apareció en la puerta del restaurante Churchill acompañado de Manu Sarabia, padre de su segundo técnico. Los coordinadores del acto, Juan Marrero Portugués y Andrés Armas Suárez, le dieron la bienvenida y le presentaron uno a uno a sus compañeros comensales: Pierre Joly Dumesnil, Juan Rafael Betancort Curbelo, Juan Pedro Domínguez Sanz, Eligio Quinteiro González, Augusto Menvielle Laccourreye, José García Padrón, Ricardo Hernández Déniz, José Fabelo González, Tomás Valido Martínez, Jacinto Qjuevedo Sarmiento, Octavio Pérez Montesdeoca, Pablo Arranz Martín, Carmen Gloria Artiles Pérez, y como comensales especiales presentaron a Ricardo Moyano Garcia, Presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Las Palmas y autor del libro El Juego de nuestras vidas, Edad de Oro del jedrez grancanario, 1954-1970 (primera parte), Juan José Sosa Suárez, actual presidente de la Federación Insular de Gran Canaria; Juan Ramón Jerez López, presidente de la firma Ideas Deportivas Canarias y como benjamín del grupo, el guíense Francisco Samuel Falcón Díaz, Pancho, que tuvo la responsabilidad de plasmar en su máquina las instantáneas que se fueron sucediendo. "Cómo anhelaba este momento -decía Pancho-, y quién me iba decir a mí que yo iba a conocer a gente tan admirable como esta generación tan respetuosa que tanto ha hecho por el ajedrez"

Se había preparado un protocolo, con distintas intervenciones, protocolo que saltó por los aires desde el apretón de manos de cada uno. Quique saludó a todos y ahí se rompió.

El cántabro fue informado de la gesta que significó sacar el ajedrez grancanario de las catacumbas a mediados de la década de los cincuenta y elevarlo a las cotas de popularidad y prestigio que al canzó entre 1967-1977, tanto que en aquella época se vivió la mejor promoción que haya conocido el ajedrez en España, época en la que Gran Canaria llegó a ser una de las capitales del ajedrez mundial.

Setién, por su parte, desgranó su pasado ante el tablero. "Desde niño juego al ajedrez, pero siempre como autodidacta en su aprendizaje. Sólo he participado en un torneo, hace muchos años, en Benasque. La mayoría de mis contrarios los tengo en el ordenador. Formo parte de la generación de Bobby Fischer cuando venció a Spassky en Reykjavic en 1972 y sembró el mundo de tableros. Yo tenía 14 años. Hay similitud entre el fútbol y el ajedrez, en ambos debes intentar dominar el centro, aunque el mate te sorprenda por uno de los flancos. Me gusta el orden, es fundamental. He conocido a los monstruos Karpov y Kasparov, a los que me he enfrentdo en sendas simultáneas. ¡qué maravilla de personas!", señalaba.

"A través de los años el ajedrez constituye para mi una válvula de escape, si bien cuidando en extremo el peligro de su adicción, porque lo que es un entretenimiento puede llegar a ser muy posesivo, porque, ¿quién no ha padecido una noche en vela tratando de encontrar una jugada ganadora de una partida aplazada?. El ajedrez me aisla, es un juego que me parece apasionante, nunca lo vas a poder dominar, siempre hay alguien que te puede ganar", añadía.

Finalmente, entre plato y plato, Setién jugó dos partidas, con Pablo Arranz y Menvielle, partida que ilustró con sus comentarios el MI José García Padrón, quien elogió el juego de Quique, que se fue muy agradecido por la velada disfrutada.

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