El gen del eterno perfeccionista. Con la UD vestida de Armani, luciendo una séptima plaza meritoria [doce puntos y dieciséis goles], Setién quiere más. No hay margen para el 'aplatanamiento'. El técnico de la UD, en un tramo de la sesión de trabajo, que se desarrolló en Barranco Seco, recriminó la falta de puntería y dinamismo de su plantel, en un ejercicio de tiros a portería. "¡El otro día [en el duelo ante el Espanyol], seis veces y ni una bien, hostia¡", gritó, en su ánimo de exigir más acierto y precisión en los metros finales a sus pistoleros.
Para el estratega amarillo, y tras lo acontecido en el último tropiezo liguero ante el cuadro periquito (0-0), los ejecutores y estiletes asesinos no pueden comportarse como estatuas. "Tenemos que provocar algo (...) Practicar un engaño; llegamos diez veces y ni un desmarque bien. No hacemos un movimiento correcto; ¡hostia! (...) Debes arrastrar a la defensa", corrigió a su plantel, en la primera parte del ensayo de ayer en el laboratorio.
La UD, que llegó a lucir el liderato en la tercera jornada, encadena cuatro jornadas sin vencer. El último éxito llegó el pasado 17 de septiembre ante el Málaga (1-0) en el partenón de Siete Palmas. Un gol de penalti de Momo tumbó al ejército boquerón. Los amarillos luego cayeron ante la Real Sociedad (4-1), pero firmaron un empate épica ante el Real Madrid (2-2).
En las dos últimas batallas, tablas en el infierno rojo de Pamplona (2-2) ante Osasuna y ocho toneladas de piedad ante el Espanyol [todos los remates a portería fueron desbaratados por Diego López]. Y este domingo, una visita de alto voltaje. El Villarreal [17.30 horas, Bein Liga] respira intratable con tres victorias y un empate en la competición doméstica en su fortín. Para este examen de riesgo, la UD no podrá contar con Marko Livaja -sancionado-. Sergio Araujo y Asdrúbal Padrón inician el pulso por la posición de '9'. El argentino, que cuenta con dos tantos, lidera la quiniela. Pero el búfalo de Guanarteme se encuentra en un gran estado de forma. Tras debutar en Osasuna, se resiste a perder su ocasión de triunfar en la UD en la mejor competición del planeta [su intención es la de salir en calidad de cedido el próximo enero].
Prince, en el gimnasio
La gran estrella mediática Prince Boateng encadena dos sesiones de trabajo en el gimnasio. El pasado lunes, el internacional ghanés se retiró con unas molestias. Errático ante el RCD Espanyol -desperdició tres ocasiones clamorosas ante el meta Diego López-, su presencia en El Madrigal sigue en el aire.
Con 325 minutos, el Príncipe del Roque Nublo logró dos tantos en los dos primeros compromisos ligueros ante Valencia y Granada -ambos de cabeza-. Ante la formación nazarí, se lastimó el peroné y causó baja ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Regresó ante el Málaga (jugó 21 minutos) y fue expulsado ante la Real Sociedad (por una mano en el área de Raúl). Esa roja le hizo perderse la contienda ante el Real Madrid, que encumbró a Araujo con un tanto en el 85. En El Sadar, provocó otro penalti y mandó un balón al palo. En la última jornada, tampoco pudo perforar la meta enemiga. Nabil El Zhar, Momo y Tyronne presionan por ocupar su plaza en el ataque.
La batalla de la portería
Setién mantuvo ayer una conversación por espacio de 15 minutos con el guardameta Javi Varas (titular en los primeros seis compromisos en los que encajó once tantos). El sevillano encadena dos jornadas en el banquillo. La aparición de Raúl Lizoain en Pamplona escenifica el cambio de régimen.
El isleño firmó una actuación convincente ante el Espanyol y seguirá de titular. Es la dictadura de las rotaciones, impuesta por un Setién meticuloso. Esclavo de la entrega, pule una UD invencible.
