La eternidad del gladiador. GPS y motor de los sueños amarillos. Roque Mesa es el único activo de la UD que ha disputado los 720 minutos de las primeras ocho jornadas de competición. El centrocampista teldense de 27 años es la extensión de Setién en el tapete, ordena y manda. Un arquitecto de caviar en la mejor liga del mundo.
En la última jornada, ante el Espanyol, ofreció una nueva muestra de profesionalidad. Y de inteligencia. Jugó mermado por una contusión, pero recurrió a su instinto renacentista ante la presión rival. Completó los segundos 45 minutos con molestias, tras recibir un golpe en el muslo, y bailó a toda la sala de máquinas del bloque periquito. Instaló el caos en el disco duro rival y la sinfonía más hermosa en el escuadrón de gofio. "Los guerreros no se rinden", argumenta el genio de la escuadra y cartabón.
En la medular, hace lo que quiere. Inyecta a la generación de oro, Vicente, Tana y Jonathan Viera, balones y toneladas de fantasía. Roque ha completado 584 pases [con una media de 73 por duelo]. Es el segundo con más participación y acierto de la Liga, solo superado por los 647 del internacional Koke (Atlético de Madrid). Toni Kroos (Real Madrid) marcha tercero con 572 pases e Illarramendi es cuarto (530). Este reconocimiento no es casual. En la sala de operaciones, impera su ley. Colecciona estadísticas diabólicas en su salón. Prueba de ello, otro botón. En la pasada campaña 2015-16, la de su estreno en la mejor liga del mundo, terminó noveno con 1811 pases correctos. A la sombra de Gabi, Piqué, Mascherano o Modric.
En mayo se doctoró como el mayor recuperador con 258 balones del pasado curso. Superó a Trashorras (Rayo), Mosquera (Celta) e Illarramendi (R. Sociedad). Sin embargo, su magia pasó desapercibida para los premios de la Liga. Roque no figura entre los tres finalistas a la revelación [Saúl, Asensio y Oiarzabal]. En la actual, ya contabiliza 69 'hurtos'. Siempre pendiente del latir de la bestia, campea con su espada plateada.
Cinco faltas, tres tarjetas
Es un mosquetero despiadado, que contempla una asignatura pendiente: el gol. En lo que lleva de temporada, computa tres disparos. Con cinco dianas en su expediente [tras 108 intervenciones con el primer equipo], cabe reseñar que en el mágico 21-J firmó el 1-0 ante el Real Zaragoza. Abrió las puertas del cielo del ascenso, con un tiro cruzado en el partenón amarillo.
Centrado en el pase, su efectividad es brutal. Luce un 92% de éxito [solo ha fallado 47] de los 584 que ha plasmado en el césped. Sin embargo, es la diana fácil de los colegiados. Ha recibido tres tarjetas, tras cometer cinco faltas en 720 minutos. Un dato que despertó la ira de Setién en la sala de prensa de El Sadar -tras el (2-2) ante Osasuna-. La UD ha cometido 84 infracciones pero ha recibido la escandalosa cifra de 26 cartulinas amarillas. En esa categoría, el gladiador sale notablemente perjudicado, como el 35º jugador más duro de la competición. Catedrático del pase, jamás ha sido considerado un futbolista agresivo. En el pasado campeonato vio 12 amarillas y se perdió dos jornadas por sanción.
La propuesta de seda de Setién, que ayer cumplió un año al frente de la UD, gira en torno a la magia de Roque. Su frustrado fichaje por el Sevilla ha extramotivado al general. Carterista perfecto y renacentista empedernido, solo es superado por Koke. El gladiador apunta a El Madrigal. Su batuta es un cohete atómico. Tiembla Villarreal.
