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UD Las Palmas-Celta de Vigo (10ª jornada, la crónica)

Del hundimiento a la épica

La UD equilibra un 0-3 adverso ante el Celta, con 16 minutos mágicos en el segundo acto -Bigas, Viera y Prince, goleadores amarillos -Raúl, en el ojo del huracán, fue silbado por el Gran Canaria

La UD resiste al caos más hermoso. Un punto en la batalla de la locura. Noventa minutos en el planeta paranoia. Seis goles, un penalti, una roja y un condenado a la silla eléctrica. El ejército amarillo equilibró un 0-3 ante el Celta de Vigo con 16 minutos de frenesí en el segundo tiempo, gracias a los tantos de Pedro Bigas (52'), Jonathan Viera -de penalti- (66') y Prince Boateng (68'). Un inicio para el olvido, marcado por una desconexión total y una desafortunada actuación de Raúl Lizoain [en los dos primeros tantos] lastraron a los de Setién. En el kilómetro 21, los isleños sucumbían tras las tres puñaladas del combinado de Eduardo Berizzo.

Melero López alzó el telón y comenzó la batalla de seda. Dos propuestas similares, amantes del toque y la velocidad. Con la UD gobernando el encuentro -acabó con un 75,7% de posesión-,Setién mantuvo en el once titular a Sergio Araujo. Un balón largo de Radoja para Aspas termina en falta en la frontal. El defensa amarillo Pedro Bigas se apoyó en el atacante celeste, que firmaría un partidazo. La acción a balón parado, con un misil tierra-aire, supera a la barrera y sorprende a Raúl Lizoain (minuto 6).

Tras 44 días y cinco jornadas sin vencer, la UD tenía que remar contracorriente para aplacar su crisis. Pero lo peor estaba por venir. Otro envío en largo para el terror Aspas agigantó la pesadilla de Raúl Lizoain -ayer firmó su duelo 50 de amarillo y 12º en la máxima categoría-. La araña de Escaleritas trató de taponar la penetración de Aspas, que estaba escorado, y presionado por David García y Bigas. En una de las esquinas del área, el ex del Liverpool y Sevilla completó su primer malabarismo. Una vaselina de Armani, que se coló en la red. Acción de genio, al cuarto de hora, que volvió a dejar en evidencia los reflejos y serenidad de Raúl.

La asistencia de Sisto para Aspas fue para enmarcar, un balón antológico. Faltó velocidad y voracidad en los centrales. No ayuda el espíritu kamikaze del cancerbero, que se convirtió en la diana perfecta. En el siguiente balón que acarició, recibió la pitada del Gran Canaria. Acto seguido, gran parte del respetable recriminó el talante crítico con el grancanario de 25 años. Se armó la mundial, el circo más negro. Colección de despropósitos. Con Tana y Vicente como mimbres más activos, la UD trató de iniciar la remontada. Un ejercicio de fe.

Sergio Araujo y Prince permanecían muy estáticos. Solo el latir de Viera ponía en apuros a la zaga celeste, con Mallo, Cabral, Sergi Gómez y Roncaglia como bomberos. ¿Se podía caer más bajo? El pozo parecía de cuarenta kilómetros. Orellana alzó la cabeza y brindó un pase magistral para Aspas. Se plantó ante Raúl, el señalado por la grada, y superó al isleño con un toque magistral. Era el 0-3. Con 22 minutos de película, el metraje era diabólico. El mayor bofetón del campeonato para el ejército de seda. El hundimiento en Anoeta (4-1), parecía un chiste. Cada llegada del conjunto de Berizzo terminaba en la red. Tres disparos, tres goles.

Radoja, Wass y Pablo Hernández cortaron el agua y la luz a Roque Mesa. La brújula de la UD no encontraba la manera de iniciar la conquista del espacio. Sobre la media hora de juego, llegó el primer disparo de Jonathan Viera. Mallo y Radoja fueron amonestados. El cadáver estaba vivo. Orellana, tras un encontronazo con Araujo, solicitó el cambio. Berizzo apostó por Marcelo Díaz, más cemento. El cuadro vigués elevó una fortificación en torno a la meta de Sergio. Había que defender una renta suculenta.

En la otra trinchera, Raúl seguía con su calvario. Había taponado un tiro cruzado a Orellana y otro a Sisto. Cogía un poco de aire. Tana firmó un disparo de fuego y Sergio completó la primera estirada. Gómez y Aspas fueron amonestados. El genio gallego derribó a Vicente por detrás, y terminó desquiciado.

Bajo esta fase de despegue, el capitán David García malogró la mejor ocasión amarilla del primer acto (45'). Tras varios rechaces, a tiros de Viera y Vicente, que se estrellaron en los centrales, el esférico quedó franco al de Maspalomas. Engatilló como pudo, a un lado de la portería, pero Sergio estuvo imperial. Era la dictadura de las áreas.

Terremoto amarillo

La arenga de Setién fue bendita. La UD salió enrabietada. Había que vengar a Raúl. Sin movimientos en la banda, la baja de Orellana comenzó a notarse. Berizzo mostró el lado más cobarde de su libreto. Si el 'Loco' Bielsa, su maestro, levantase la cabeza. Plantó dos líneas de hormigón armado,con nueve efectivos junto al meta Sergio. Solo Aspas portaba el estandarte de esa propuesta poética con una contra.

Otra falta sobre Vicente Gómez, fue el inicio de la épica. Jonathan Viera colgó el balón al corazón del área y Bigas se adelantó a Sergio. Error clamoroso del meta celeste. La noche de los horrores para los porteros. Corría el minuto 52, y todo era posible. La bestia amarilla comenzaba a soñar con la gesta. Pero Aspas no había dicho la última palabra. El terror tenía su noche más inspirada. Controló con su guante un balón de Mallo y se marchó, sin despeinarse, de Roque Mesa, Bigas y David García. Le 'regaló' el tanto del 1-4 a Pablo, que estrelló el cuero en el palo. Primera aparición de la Virgen del Pino.

A la hora de encuentro, la aparición de Livaja fue determinante. El delantero fue derribado por Sergi Gómez -que además fue expulsado- y Viera logró el 2-3. Y cinco minutos después (68'), el genio de La Feria puso un balón de oro para Macedo. El pase de la muerte lo remachó Prince a la red, como todos sus tantos (4), de forma acrobática. 3-3 y el delirio en el partenón.

Raúl, siempre en el debate de los debates, detuvo un tiro de Sisto pero no midió su salida ante una vaselina de Díaz -se estrelló en el travesaño-. Entró Momo [que tuvo un disparo con peligro y cumplió su partido 200 de amarillo y 100 en Primera] y Mateo. Faltó sacar más rédito a los 22 minutos De superioridad. Locura y juicio sumarísimo a Raúl. El mejor Viera y Prince acudieron al rescate de la araña.

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