Raúl Lizoain, en el ojo del huracán. El meta de la UD, que ayer firmó su partido número 12 en Primera, 50 de amarillo, fue señalado por la grada como el responsable de los tres tantos del Celta de Vigo.

Pitado y aplaudido, detalla que respeta las críticas pero que ahora "me afectan menos". "Hace años ya me pasaba. Yo me quedo con los aplausos, escuché más aplausos que silbidos. No puedo gustarle a todo el mundo, y hay gente que lo haga bien o mal me va a pitar siempre, pero como dije, me quedo con los aplausos y lo agradezco desde aquí. Antes me aburría estos temas pero esto sucede, nos pasa a todos y estas cosas pueden suceder. Me quedo con los aplausos". argumentó al término del encuentro.

Recuerda que ya pasó por este tipo de situaciones -fue relegado a la suplencia el mágico 21-J ante el Zaragoza, la fecha del último ascenso-. "Soy joven pero llevo muchos años [siete en el primer equipo], he vivido episodios peores en la UD Las Palmas". E insiste que antes "me afectaban más los pitos; pero me quedo con las muestras de cariño. A los pitos, ni caso".

En relación al encuentro, y a la épica igualada, realza el trabajo del colectivo: "Las tuvimos para ganar pero viendo como fue el partido con 0-3, nadie esperaba esto. Entre el equipo y la afición que empezó a animar, conseguimos el empate". Y confirma que "el fútbol es ingrato". Agradece el calor y las palabras de elogio de Setién: "Es el que nos ve diariamente, se lo agradezco. Nos conoce perfectamente".

¿Quién jugará el sábado ante el Eibar? Raúl o Javi Varas, el debate de la portería agota un nuevo capítulo.