La venganza de la araña de Escaleritas. Señalado por la crítica y pitado por el partenón de Siete Palmas, hace una semana ante el Celta de Vigo, Raúl Lizoain dejó ayer su portería a cero y completó la mejor actuación del curso. En la quinta titularidad consecutiva en este campeonato liguero [450', siete goles encajados], el arquero isleño sepultó el debate. O eso parece.
Firmó cinco intervenciones, dos de mérito en el segundo acto, a lanzamientos de Pedro León y Enrich. Los de Mendilibar completaron trece tiros y el más diabólico fue abortado por Dani Castellano. El lateral se vistió de salvador en el minuto 55, en el segundo palo, tras despejar un cabezazo de Rico. A pesar de los desajustes defensivos de la retaguardia -Míchel Macedo, David García y Pedro Bigas padecieron tras el toque de corneta armero-, Raúl Lizoain se mantuvo firme. Siempre en el ojo del huracán, acostumbrado a vivir al filo del abismo, dejó por segunda ocasión la portería a cero [la anterior fue ante el RCD Espanyol (0-0)].
Durante los 94' de la batalla, todo giraba en torno a la figura de Spiderman. Raúl, de rojo, terminó como el ángel bendito. Salió airoso del duelo más comprometido de su carrera [encadena su séptima campaña en el club con 52 participaciones]. En el minuto tres, tuvo que congelar un centro de Pedro León. En el cinco, de nuevo el ex del Real Madrid y Getafe probó los guantes de la araña. Un minuto después, una nueva salida de riesgo. En el kilómetro 14, fue Sergi Enrich el que lo intentó con un disparo lejano. Ahí estaba el '1'. A la media hora de juego, León armó la pierna desde la frontal del área. En el último segundo del primer acto, el atacante desperdició la mejor. El misil se fue por dos centímetros.
Ya en el segundo tiempo, en el 55, Dani Castellano salvó los muebles en el segundo palo. El centro de Enrich, que aprovechó un desliz de David García, lo remachó Rico. Bigas tampoco estaba en su sitio. A la hora de juego, atrapó con glamour un torpedo de uranio de León. Pero fue en el 63, en su pulso ante Enrich, cuando lució su instinto arácnido. Un disparo duro, que terminó en los guantes del isleño. Genio y figura. Todo reflejos.
La patada de Kike (23'), en el pecho del cancerbero, no le afectó. Quedó en anécdota en su gran noche. Una actuación poderosa. Redonda y que confirma su validez para el proyecto galáctico. En el 88, Escalante,sin marca, mandó un remate de cabeza franco al quinto infierno. No había manera de batir a la araña. El agónico tanto de Viera -93- fue el pasaporte bendito para Raúl. Victoria y portería a cero. 52 días después, la UD saboreaba la gloria. Y Spiderman fue héroe.
Respaldado por Setién, desde la rueda de prensa posterior al (3-3) ante el Celta, se reconcilió con los críticos. El debate de la portería, que ha superado el millar de capítulos, sigue su curso. Con ustedes, la venganza del señalado. Siempre en silencio, resultó determinante. En sus reflejos y serenidad, se fundamentó gran parte la gloria.
