El testimonio del héroe. Jonathan Viera Ramos (27 años), que batió a la SD Eibar, en el 93, y de penalti [para poner fin a seis jornadas y 52 días de tinieblas], recuerda la acción bendita.Once metros, solo ante el meta armero Riesgo y el éxtasis. "Estoy muy satisfecho porque son tres puntos muy importantes, porque encadenábamos seis jornadas sin vencer (...) En ese momento tienes que mantener la calma, es un momento muy delicado. Es el único truco. Simplemente debes tratar estar tranquilo, porque te toca. Si estás nervioso, lo fallas".
En relación a la celebración, desvela que fue para Estefanía Reyes, su esposa, y para su perro. "La celebración fue para mi mujer y mi perro, les dije en la previa del partido ante el Eibar que marcaría. Y ella -Estefanía-, me recordó que realizara esa celebración [el mediapunta se llevó las manos a sus orejas]".
En relación a los casi dos meses de sequía -la penúltima victoria se remontaba al 17 de septiembre-, reconoce que supuso un "alivio" poner fin a la mala racha [tres puntos en seis jornadas]. "Por supuesto que es un alivio, cuando haces las cosas bien y no ganas; te pones un poco nervioso. Es algo normal. Ahora llega un punto de inflexión. La UD empezará a crecer, tras la última y agónica victoria".
La SD Eibar de Mendilibar plantó batalla hasta el último segundo. En ese pulso titánico -con 29 remates a portería-, en un ida y vuelta diabólico, Viera reconoce que batir al bloque armero costó sangre, sudor y lágrimas. "Nos obligó a lucir nuestro mejor fútbol. El Eibar es un equipo que sabe muy bien lo que tiene que hacer. Los mecanismos defensivos y ofensivos".
Pone sobre la mesa un elemento tóxico, que perjudicó de forma notable la propuesta de seda de la UD: el césped del Gran Canaria. "Es un tema aparte, y no soy de poner excusas. Pero el césped está cada vez peor y perjudica al equipo. Porque la UD siempre quiere el balón, busca las victorias con la pelota. Al final, tuvimos que superar ese obstáculo y lo logramos".
Lastrado por la fiebre
Reconoce que existía un problema de índole "mental" ante la falta de victorias y descarta de forma tajante que la UD acuse el desgaste físico de las primeras once jornadas en la mejor liga del mundo. "Son rachas y picos físicos, no puedes estar al 100% durante las 38 jornadas. Insisto que también puede ser algo mental por los resultados. En el plano personal, sí noté el cansancio porque llevaba tres días con unas décimas de fiebre. Y en la segunda parte, lo acusé. Pero logramos un triunfo muy importante".
Con tres dianas [las tres de penalti ante Valencia, Celta y Eibar], se siente halagado por el interés de tres conjuntos de la Premier League (Leicester, Swansea y Crystal Palace) por hacerse con sus servicios: "Siempre es bueno que se fijen en ti; lo interpreto como que estoy haciendo las cosas bien. Ya comenté hace unos meses que estoy en el mejor momento de mi carrera. Y si sigo así, a este nivel, llegarán las cosas. Seguiremos cumpliendo metas y objetivos".
Como emperador de la galaxia, confía en estirar su periplo de amarillo [ya está en su quinta temporada, en dos ciclos]. "Soy muy feliz en la UD; la gente me quiere mucho y la afición me valora. Se lo quiero devolver con mi juego".
Las calabazas de la Roja
Su tanto ante el Eibar no tiene aromas de venganza, tras el descarte de Julen Lopetegui, el pasado viernes en la citación de 25 jugadores. "Yo nunca marco por venganza con nadie. Por supuesto, que quiero ir a la selección nacional y reconozco que estoy a un buen nivel. Pero insisto, el trabajo del seleccionador es muy complicado. Ya que me nombre en una rueda de prensa es algo bonito. Además, me tiene en mente para el futuro. Seguiré luchando y trabajando para poder estar. No cesaré de intentarlo, para ello debe mantener este nivel. Y estoy en ello, lo daré todo por la UD hasta el final de la competición". La voz del héroe, reclamo de pólvora para el partenón de Siete Palmas.
