Un mito de la UD volvía ayer a pasearse por Barranco Seco, un lugar donde pasó muchas horas en su etapa como entrenador amarillo después de ser una de las estrellas del equipo grancanario en los gloriosos años 70 del siglo pasado. Su aureola de figura histórica del club, muchos años después, continúa deslumbrando a aquellos que disfrutaron de su fútbol de muchos quilates y, también, su señorío.
El argentino, que visita la Isla con motivo del estreno de la película Tardes de Gloria, habla con pasión de una entidad a la que lleva en el corazón, y con la que mantiene vínculos de unión actualmente desempeñando funciones de ojeador en su país y en Uruguay. Le sorprende el salto de calidad que ha dado Las Palmas tanto a nivel estructural como de equipo.
"Volver a esta tierra es llenarse de dicha y de felicidad", afirma Miguel Ángel Brindisi, y sobre todo en estos tiempos de bonanza. "Ver el crecimiento de la institución me da mucha alegría. Y siempre digo lo mismo, todo es producto de las buenas cabezas, dirigido todo por un entusiasta y batallador presidente con la ayuda de colaboradores que le van a la par", apunta.
El argentino, amén de los aspectos estructurales que dan prestigio a la entidad, considera también vital para ello el nivel que muestra el equipo en la cancha. Lo considera un hecho "fundamental" para explicar el momento dulce que vive Las Palmas: "Lo que transmite sobre el terreno de juego ilusiona al hincha, lo hace sentirse feliz y orgulloso porque lo están representando con el estilo futbolístico que históricamente ha caracterizado a este club tan querido".
Miguel Ángel Brindisi, en este sentido, otorga un papel importantísimo a la figura de Quique Setién, "que ha sabido inculcar su convicción futbolística de acceder a los triunfos a través del buen juego, incluso en las adversidades".
El exjugador y técnico amarillo cree que éste "es el momento de la UD". "Mires por donde mires, todo marcha muy bien. Cuando se dan estos fenómenos y estos espacios, donde confluye gente tan capaz y entusiasta, es como que no hay techo", apostilla.
Este mito amarillo se siente orgulloso y feliz de que uno de sus equipos del alma propugne una filosofía futbolística casi idéntica a la que él escenificaba en la cancha de juego y luego en el banquillo: "Así se lo transmití al propio Quique Setién, porque esto es producto de él. El fútbol mundial está ávido de que haya equipos que le den un buen trato al balón. Es tan grande su obra que supone un aliciente para todos los jóvenes que vienen detrás. Hay un espejo donde mirarse, un ejemplo al que imitar, tanto para los futbolistas como para los que capacitan".
A la hora de hablar de nombres propios de la plantilla, afirma que hay futbolista que "verdaderamente son superlativos". "No descubro nada destacando las cualidades de Roque, que sería bárbaro que tuviera opciones de selección nacional; o la frescura y el desparpajo de Jonathan Viera. Pero como ellos existen otros chicos que, como el momento es muy bueno, entran súper motivados, juegan sin presión y sin ninguna carga en la mochila", indica.
También tuvo palabras Miguel Ángel Brindisi para uno de sus compatriotas que ahora milita en la UD Las Palmas, Mateo García. Apunta que la secretaría técnica ya le seguía antes de que él desempeñara las funciones de ojeador que ahora hace para el club en su país: "La idea es que se vaya formando. Recuerdo que cuando yo llegué al club, García Panasco me decía que los primeros seis meses sirven para adaptarse. Es muy joven y tiene grandes cualidades".
