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Alerta amarilla en las nubes

La UD es el equipo que más goles encaja en acciones de estrategia

Alerta amarilla en las nubes

A la bella UD Las Palmas le ha salido un grano. Y es el mismo que suele afear el rostro de los equipos que practican el estilo de toque y posesión. Se trata del juego aéreo, una especialidad que solo los más grandes saben combinar con el registro del pase corto y pausa con el balón. Son difícilmente compatibles. Le ocurría incluso al Barcelona de Pep Guardiola y a la selección española campeona de todo. La calidad suele llegar en frascos pequeños y para imponerse en las nubes hace falta altura. Y esos dos argumentos son complicados de encontrar en el mismo lote.

Así, la UD Las Palmas es el equipo de Primera que más goles encaja en acciones de estrategia -saques de esquina y faltas laterales-. Los amarillos han sufrido cinco goles, los mismos que Celta y Deportivo, pero un sexto no llegó porque Prince metió la mano en Anoeta sobre la línea de meta, lo que provocó penalti, expulsión y gol. Ya en la primera jornada Santi Mina evidenció esa debilidad. El gallego hizo dos goles a la salida de dos córners botados desde el costado derecho de la portería. El de Anoeta también fue por ese lado. Y lo mismo ocurrió con los dos más recientes, los del Benito Villamarín.

El Betis explotó ese arte a pesar de hasta esta jornada solo había marcado un tanto en esta especialidad. Con dos centros medidos de Joaquín se anticipó primero Bruno y después Mandi a toda la defensa amarilla. El primero, tal y como explicó Quique Setién, era muy difícil de defender. Mientras, en el segundo el defensa argelino remata, también en el primer palo, sin levantar los pies del suelo y entre seis jugadores amarillos y Javi Varas. El meta sevillano tiene en este aspecto su principal fragilidad. Y se refleja en que en los cinco goles recibidos por la UD en saques de esquina, más el que supuso la roja de Boateng, estaba Varas en la portería. En Anoeta también quedó señalado porque salió a destiempo y dejó la portería descubierta. Y en el Sánchez Pizjuán, el más doloroso de todos por haber llegado en el descuento y significado una derrota, también se produjo el remate en el área pequeña.

Quique Setién no suele dedicar muchas horas de entrenamiento al balón parado. Así lo admite el cántabro, que ha resaltado en más de una y de dos ocasiones que el desenlace de los saques de esquina y las faltas laterales depende más de la intensidad y concentración de los jugadores que del trabajo semanal. Por supuesto, el técnico advierte sobre los emparejamientos a seguir y en el lugar en el que se debe situar cada jugador. En este sentido, una de las órdenes fijas es que el delantero, ya sea Sergio Araujo o Marko Livaja, se coloca en el primer palo. Y a esa baldosa iban dirigidos cuatro de los cinco centros que acabaron en gol ante la UD -los dos del Valencia y los dos del Betis-.

Se da la circunstancia de que el curso pasado la UD Las Palmas no encajó ni un gol en saque de esquina hasta que llegó el Real Madrid al Estadio de Gran Canaria en la jornada 29 y Quique Setién también llevaba a cabo la receta de no dedicarle muchas horas a la semana al balón parado. En ataque también funcionaba la fórmula. Y de hecho sigue funcionando porque Bigas y David García han perforado de esta manera las redes de Celta y Osasuna. Pero en el juego aéreo de la línea defensiva la UD Las Palmas tiene mucho trabajo por hacer. O eso, o le debe poner mucha más concentración e intensidad.

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