Una de las peticiones que hizo Quique Setién, entrenador de la UD Las Palmas, para seguir ligado a la entidad amarilla el verano parado era clara: necestitaba disponer de mejores instalaciones para plantear el trabajo semanal del equipo. Un anhelo que compartía con la directiva del cuadro insular, que ya había proyectado un ambicioso reto en las instalaciones de Barranco Seco. El plan era transformar el único campo de entrenamientos de césped natural del que dispone la entidad en algo más, un complejo deportivo acorde a las exigencias de un equipo de LaLiga.
Y en eso está la UD Las Palmas. Algo que ha provocado otra mudanza más. Porque el equipo amarillo ha iniciado esta semana de entrenamientos de cara al partido frente al Athletic de Bilbao en el campo de fútbol de Las Burras, una instalación municipal propiedad del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Durante las últimas pretemporadas, este escenario ha sido un sustituto esporádico de Barranco Seco y el Estadio de Maspalomas, sobre todo en la pretemporada amarilla. Ahora, la UD Las Palmas ha vuelto a Las Burras.
El objetivo de esta nueva mudanza es preservar la salud del césped de Barranco Seco, maltrecho después de tantas semanas sin apenas descanso. La base del césped, estresada tras tantas horas de uso, se ha reblandecido de manera considerable en las últimos entrenamientos. Las calvas empiezan a asomar y la UD ha decidido abandonar sus instalaciones durante algunos días.
Mientras tanto, los terrenos de la UD Las Palmas en Barranco Seco no paran. La maquinaria de excavación y los camiones no cesan, al igual que los obreros. Desde este verano, la UD ha iniciado la remodelación de sus instalaciones -únicas que posee en propiedad-. Algo que se ha convertido en el fichaje más caro de la historia de la entidad, ya que el club de Pío XII tiene previsto invertir cerca de 8 millones de euros en la ejecución del proyecto.
Tres campos de fútbol
El principal atractivo de los planos aprobados por la cúpula amarilla está en los terrenos de juego de los que dispondrá el club, que pasarán de uno -el actual- a tres. En esta fase se encuentran actualmente las obras. Y es que el objetivo primordial de la directiva es dotar a la institución de más campos de fútbol. Un objetivo ambicioso a la par que complejo dadas las características del terreno.
Durante el año pasado, la UD Las Palmas construyó un segundo terreno de juego en Barranco Seco donde antes se encontraba el aparcamiento y que no cuajó. Estrenado al final del curso pasado, la superficie, con muy poco uso, se hundió y mostró desniveles considerables que lo convirtieron en impracticable. El proceso de cimentación falló y el campo de fútbol quedó inservible de cara a este curso.
Desde el pasado verano, la UD Las Palmas ha intensificado el trabajo en Barranco Seco para evitar que estos problemas se repitan, reforzando el suelo y laderas colindantes, a la vez que extrayendo más material para proyectar el tercer terreno de juego.
La construcción de los nuevos terrenos de juego es la primera parte de un proyecto que no se queda ahí: un edifició que albergará un gimnasio, una sala de prensa, vestuarios, zona de fisioterapia o unas gradas son la otra cara de los planos. Edificar en Barranco Seco es un asunto complejo en cuanto a trámites burocráticos y de permisos, algo en lo que la UD Las Palmas ya trabaja aunque no sea la prioridad principal durante los próximos meses.
El cálculo inicial que hizo el club amarillo en primera instancia para la ejecución de los campos de fútbol fue de unos ocho o nueve meses, aunque todo dependerá del grado de aceptación del terreno a su nueva condición. Ello determinará la fecha de entrega de los nuevos campos.
La remodelación de Barranco Seco es un asunto capital para la UD Las Palmas. Dar comodidad a sus profesionales es una aspiración que viene de lejos y que ahora, con un presupuesto de Primera División, puede llevar adelante. Además, Barranco Seco también acoge los entrenamientos de los equipos rivales de la UD que se desplazan a Gran Canaria y solicitan al club una instalación para entrenar por última vez antes del encuentro.
Por otro lado, el césped del Estadio de Gran Canaria, que no estaba en sus mejores condiciones durante el partido frente a la SD Eibar, luce mucho mejor. El verde ha vuelto a brotar con fuerza tras más de 15 días sin fútbol y se espera que vuelva a estar en plenitud para el choque del próximo lunes ante el Athletic Club (19.45, horas). De momento, la UD seguirá en Las Burras un par de días más -al menos-, en lo que espera que sea su penúltima mudanza.
