La Provincia - Diario de Las Palmas

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La crónica (13ª jornada)

La fantasía aplasta al Athletic

La UD, con tantos de Prince, Momo y Jonathan Viera, liquida al cuadro bilbaíno en un segundo acto sublime

El éxtasis de la galaxia. La perfección del imperio de seda. 28-N, una noche para el recuerdo. La UD de Setién alcanza la eternidad con un triunfo de manual barroco. Preciosista y exquisito, un festival de talento aplastó al Athletic. El conjunto isleño trituró a la legión de Valverde (3-1), con los tantos de Prince, Momo y Jonathan Viera. Como premio: la UD alcanza la cifra histórica de 1.000 puntos en Primera.

Pero aún hay más. Se termina con la maldición del león. 28 años después, el ejército del Roque Nublo bate al conjunto bilbaíno en la Isla [la última victoria se remontaba a abril de 1988 en el Insular]. Y el estratega de acero, Setién, estira su condición de bendito con un triunfo redondo ante uno de los grandes del campeonato. Era lo que le faltaba, arrancarle el corazón a un dragón que siembra el pánico en Europa. Ante Madrid, Barça, Atlético, Sevilla o Villarreal no ha se firmado el triunfo en la Isla con el cántabro en la banda. Y cayó un histórico.

En la alineación, poca sorpresas. David García, Hélder Lopes, Vicente Gómez y Marko Livaja tomaban la alternativa. La dictadura del mérito. El enésimo acierto del cuestionado Setién. Los críticos y resultadistas deben comprarse una casa rural en Montreal. Viera controló con el pecho y habilitó para Prince que le ganó la partida a Yeray -minuto 3-. Pero el Príncipe del Roque Nublo no acertó en el remate.

Una pérdida del internacional ghanés, dejó a Beñat, con su visión panorámica, en una posición de privilegio. Encontró a Aduriz y el monstruo cayó en el área de Varas. David García y Bigas taponaron la penetración del internacional, que terminó por los suelos -5'-. El pistolero reclamó pena máxima. Álvarez Izquierdo se apiadó de la UD.

El pulso estaba loco. La posesión era amarilla, el Athletic ponía la velocidad. Un desmadre. Iñaki Williams, a pase de Raúl García, se plantó solo ante Varas -9'-. La acción fue anulada por fuera de juego. Lekue, desde la derecha, buscó petróleo pero David García abortó el peligro con maestría. El central de Maspalomas completó un encuentro perfecto. Sideral. Sin fisuras, en una batalla marcada en rojo por las deficiencias defensivas mostradas en el Villamarín en dos acciones fatales, tras dos córners.

En el minuto 12, otro balón interior de caviar, dejó a Aduriz solo ante Varas. El delantero se frenó en seco, al pensar que estaba en posición irregular. Hélder Lopes, en su debut en el Gran Canaria, se montó en su Suzuki amarillo y fue derribado por Yeray en la frontal. Ocasión de oro para Viera. El golpeo del Maradona de La Feria se fue rozando el palo de la meta de Kepa -minuto 15-. En la otra trinchera, David García estiraba la pesadilla de Aduriz. Un marcaje de libro.

Con Vicente Gómez como escudero perfecto de Roque, la UD comenzaba a despertar de su letargo. Pero fallaba en el último pase. Se había oscurecido la batalla. Bajo las tinieblas, sonreía el Athletic.

Príncipe, diana y lesión

El repliegue vasco fue perfecto. No había un metro cuadrado. Solo una genialidad de Prince dejó un balón lateral propicio para Macedo. El remate se marchó por encima del travesaño -26'-. Cabeceó Vicente y Roque seguía acosado por dos rivales cada vez que sacaba su varita mágica. Laporte vio la amarilla y Álvarez Izquierdo mandó su primer wasap para frenar la carnicería. Beñat también fue amonestado. En esa fase de tedio, marcada por las imprecisiones, una cabalgada de Macedo -tras un pase antológico de Tana- fue remachado a la red por el Príncipe del Roque Nublo. Míchel-Prince,la misma pareja que silenció Mestalla y desató la locura ante el Celta. Ese talante combinativo hizo el 1-0. Era el 40, y sin brillar, la UD gobernaba el encuentro. La factoría de Barranco Seco había asestado una puñalada mortal a los leones de Lezama.

Roque Mesa se hizo gigante. Se refugió en el arte de hielo de Livaja. El delantero croata, con pinta de guardaespaldas, fue una pesadilla para los leones. Descanso. Esos seis minutos finales fueron un éxtasis total. Un arrebato de la fábrica de los sueños de gofio.

Prince se retiró por lesión. Se quedó en el vestuario y apareció el alfil Momo. Ubicado en la izquierda, completó una actuación a la altura. Incisivo y eléctrico. Roque Mesa, más liberado, le hizo un caño a Balenziaga y Aduriz clamó venganza. El pichichi de los leones firmó un misil de uranio que se fue rozando el palo de la meta de Varas -49'-. Del pánico a la locura.

Yeray se hizo un lío, perdió un balón y Tana dio con Momo. Bola al hueco y carrera del extremo. Elegante y despiadado, el alfil de oro fusiló a Kepa en el 2-0. De nuevo, el del Polígono de San Cristóbal, que sacó la escuadra y el cartabón. Todo se gestó en una recuperación de David García, el eterno capitán que se vistió de Superman.

De tacón, rabona y vaselina

En el 54, Livaja hizo una rabona, en la parcela central, y el Gran Canaria se puso de pie. Baile al Athletic. El ogro estaba de rodillas. La UD recuperaba sus credenciales de toque, ante un rival desesperado. En el imperio de seda, no hay límites. Viera, Tana y Roque. La enésima combinación y el remate del genio de La Feria se marcha rozando el palo. Bienvenidos al paraíso.

Livaja fue amonestado y Muniain saltó por Bóveda. Susaeta por Williams. Se mascaba la reacción en la banda de Valverde. En el 68, otra diablura de Viera, tras dos toques de espuela; dejó a Tana algo escorado ante Kepa. Y el toque del canterano se estrelló en el poste. El tercero parecía cerca...

Setién optó por retirar a Roque -ya amonestado- y apareció la calma de Ángel Montoro en el corazón de la sala de máquinas. Aduriz, por protestar, se fue a la calle. Pero en inferioridad, el Athletic fue más peligroso. Penalti inexistente de Macedo y Raúl firmó el 2-1 (80'). Habría más. Varas y Montoro tuvieron que despejar bajo palos remates de Lekue y Elustondo.

En esa fase de caos, el Maradona de La Feria, solo ante Kepa, lo superó con una vaselina perfecta. La asistencia, de un Livaja universal. Era el 3-1 y la UD alcanza la mágica cifra de 1.000 puntos en la máxima categoría. Entierra al Athletic tras 28 años de espera. La fantasía es eterna. Bendita galaxia.

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