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UD Las Palmas El protagonista

Un temperamento encauzado

Marko Livaja, punta de la UD, volvió a marcar en LaLiga tras trece jornadas consecutivas de sequía

Marko Livaja, con Quique Setiñen de fondo, durante un entrenamiento de la semana pasada en Huesca. E. L. C.

Marko Livaja es como es para lo bueno y para lo malo. Parece que eso es lo que tiene asumido toda la UD Las Palmas. El croata fue uno de los grandes protagonistas del partido frente al Alavés del pasado domingo que acabó con empate. Por un lado, anotó el gol que supuso el 1-1; y por el otro, volvió a mostrar su fuerte temperamento en un cabreo épico al ser sustituido: mandó a volar a un botiquín de una patada. Un gesto que muestra un carácter volcánico que está entrando en cauce.

Es lo que al menos se transmite desde la entidad amarilla. El mismo domingo, tras el partido, Quique Setién comentó lo sucedido sin darle mayor importancia al hecho. Es más, alabó la transformación que está viviendo en Gran Canaria. "Él trata de contenerse y me lo dice que hace cuatro años era mucho peor. Es muy buen chaval y tiene su manera particular de entender el fútbol", explicó el técnico en sala de prensa.

Uno de los puntos que más preocupan a Quique Setién es la gestión emocional del vestuario. Conseguir esa unión, ese vínculo especial de luchar por un objetivo común, es básico para que sus convicciones futbolísticas se trasladen al campo. Marko Livaja, de momento, ya ha recibido alguna rectificación por parte del entrenador que parece que ha surtido efecto.

Antes del choque frente al Betis en el Benito Villamarín, Quique Setién decidió dejar en tierra al delantero balcánico. "Tiene que centrarse porque hay circunstancias que no me han gustado y convocarlo sería una falta de consideración con el resto. No estoy descontento con él, pero hay cosas que debemos tener en cuenta para gestionar el grupo como queremos", explicó en sala de prensa. Todo con un retraso a un entrenamiento de por medio que terminó por sacarlo de la lista, aunque el técnico lo catalogara como un accidente.

Marko Livaja volvió con fuerzas y sacó a Sergio Araujo una semana más tarde en el partido frente al Athletic de Bilbao. El premio del gol se le resistió, pero lo hizo casi todo bien. El punta croata cuajó un partido completo fajándose con Yeray y Laporte. Desmarques, apoyos y presencia que ayudaron a romper al Athletic.

En Mendizorroza, el ariete de Split volvió a ver ser titular y a ver portería, algo que no hacía desde la primera jornada de LaLiga, donde dejó su sello dos veces en Mestalla. Ahora suma tres tantos, más que en los dos últimos años juntos, donde jugó en el Empoli -el curso pasado- y en el Rubin Kazán.

El mayor punto negro que tiene el croata es el apartado disciplinario: ha visto siete cartulillas amarillas. Unos números que le hacen ser el segundo jugador más amonestado de la competición -solo Fernando Amorebieta, del Sporting le supera con nueve amarillas. " No lo voy a cambiar, él es como es", cuenta Setién. Un hombre explosivo que busca su cauce.

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