Hace una semana Asdrúbal estaba en todas las quinielas para marcharse cedido una vez más en el mercado de invierno. Ahora ya no está tan claro. El delantero ha participado, y gustado, en los dos últimos partidos que ha jugado la UD Las Palmas y pelea por cambiar su rol en la plantilla. Quiere mantener el dorsal 25 sea como sea. Con su receta de siempre, la de no parar de sudar en cada entrenamiento y en cada partido, intenta convencer a Quique Setién para quedarse hasta final de temporada. Y lo cierto es que, al menos, ya ha logrado reabrir el debate.
Ha sido su mejor semana de amarillo desde que la UD Las Palmas logró el ascenso a Primera División. No había participado en dos partidos seguidos desde la final ante el Zaragoza y lo ha vuelto a hacer, año y medio después, en la reciente gira por la Península. Frente al Huesca en Copa del Rey no es que solo fuera titular, sino que además disputó el partido completo. Era una cita adecuada para que Sergio Araujo se reencontrara con el gol después de no participar ni un minuto el lunes frente al Athletic. Sin embargo, Setién optó por premiar a Asdrúbal, que no le falló. Tanto le gustó al cántabro la actuación del de Guanarteme que cuando tocó poner en liza al argentino decidió que el sustituido fuera Tyronne. Primer síntoma.
No era para menos, pues Asdrúbal fue el autor del primer gol de penalti. Tuvo la personalidad suficiente de quedarse con el balón, lanzar la pena máxima y convertirla después de una jugada en la que con un exquisito control dejó atrás a dos defensas y encaró al portero, que le derribó cuando iba a anotar a puerta vacía. Su partido fue redondo y, ante la lesión de Sergio Araujo en un entrenamiento posterior, Asdrúbal estuvo en el banquillo de Mendizorroza. Y no solo volvió a jugar, sino que además Setién confió en él para convertirse en el primer cambio. Segundo síntoma. Su presencia se notó, participó en el juego, logró combinar con los mediapuntas y, aunque no tuvo ninguna ocasión, dejó otra vez buenas sensaciones.
Así, el entrenador no descartó en la sala de prensa su continuidad. "Todavía es muy pronto. Ni siquiera me he sentado con la dirección deportiva a hablar. Tenemos cosas previstas. Ya he hablado con Asdrúbal y sabe cuál es su rol, lo asume y trabaja para ayudar en días como hoy [el partido ante el Alavés]. Tanto en Huesca como hoy, el tiempo que ha salido lo ha hecho extraordinariamente bien. Es un jugador que mientras esté con nosotros seguirá contando y trataremos de darle los minutos que pueda. Tendrá que pelear por el puesto con los otros compañeros", explicó el cántabro. Tercer síntoma.
El tacto de Setién
Asdrúbal tenía un muro en el comienzo del curso. El propio Quique Setién le había descartado por segunda vez. Ya lo hizo en el pasado mercado de invierno, cuando fue cedido al Leganés, y en esta pretemporada el cántabro volvió a considerar que la mejor opción era un préstamo para que sumara minutos. Y el punta lo había encontrado en el Elche, que le dejó plantado a un día para el cierre del mercado. La UD, sin tiempo para encontrarle otro destino, le hizo un hueco en su plantilla y Setién le ha tratado como uno más.
El cántabro siempre intenta ser sensible con los que menos participan. Lo ha demostrado con su deseo de tener plantillas cortas y con las rotaciones, y lo ha vuelto a hacer con Asdrúbal. Lejos de ponerle la etiqueta de último de la fila, le ha dado minutos en Copa del Rey y le ha reabierto la puerta de la Primera División.
Su debut había llegado con cuatro minutos en El Sadar ante Osasuna, en la séptima jornada, pero su papel fue testimonial. Ahora sí hay síntomas de que el rol de Asdrúbal en la UD puede cambiar. El mercado de invierno se acerca, la Copa del Rey ya está presente y Asdrúbal levanta la mano. Ni Marko Livaja ni Sergio Araujo están en un estado de forma pletórico y en esa rendija se intenta colar el delantero de Guanarteme, que quiere ser el delantero o el extremo rápido que añora Setién.
