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El primer partido del año comenzó con novedades en el once inicial. Mateo fue la sorpresa. El argentino tirado a banda, desplazó a Boateng a la punta de la UD y dejó a Livaja en el banquillo. Lemos ocupó el puesto de central por David García, David Simón desplazó a Macedo al banquillo y El Zhar ganó la partida por el puesto en la banda derecha.

Las intenciones del Sporting se dejaron ver desde el primer compás de juego: balones en largo a la espalda de los centrales, una de las asignaturas pendientes de la temporada para los hombres de Setién.

Lemos, otro de los que ha vuelto al once, llevó la primera ocasión de peligro contra la meta de Cuéllar. El centra uruguayo ejecutó un lanzamiento desde 25 metros que salió repelido a córner por la estirada del guardameta asturiano.

Con Prince llegó el aliento de la grada. El ghanés se internó en el área tras un pase de cabeza de Vicente, y tras orientarse el balón a la meta rival, soltó un zarpazo que atajó Cuéllar a córner. Después del pitido, el mediapunta hizo gestos para llamar al ánimo de la hinchada, que correspondió con una sonora ovación.

Las Palmas empezó a encontrar su estilo vertical en los primeros diez minutos de juego. Una falta en la frontal, después de que el equipo asturiano tuviera que frenar a Mateo, la lanzó el maestro del golpeo a balón parado: Jonathan Viera. El de La Feria mandó el esférico a la escuadra y sólo la estirada de Cuéllar evitó el primero para la UD.

Acto seguido, en un pase filtrado para Mateo García, muy activo en los primero minutos, llegó otra ocasión para los amarillos. El argentino, en un tiro con efecto a la izquierda del palo sportinguista a punto estuvo de abrir la lata.

Quince minutos de juego excelso para la UD. Uno de los mejores arranques que se le ha visto en la temporada. Juego vertical, ahogando al rival, que con el sistema expuesto por Abelardo (5-4-1), esperaba a la salida al contraataque como mejor opción.

Hasta el minuto 21 tuvo que esperar el público local para sentir el peligro de Las Palmas. Un balón cortado por Lemos en área propia, condujo el balón hacia campo rival y habilitó a Mateo en banda para que pudiera encarar el área asturiana. La ocasión quedó en agua de borrajas por la pasividad del extremo.

La única con peligro que tuvo el Sporting, hasta el momento, llegó con Douglas. El brasileño llegó hasta el área de Varas con el balón controlado, aunque se topó con Bigas, que con audacia pudo robarle el balón por la espalda.

Comenzaron los de Abelardo a destaparse. Dos córner consecutivos, aunque con tímidos remates, encerraron momentáneamente a la escuadra amarilla en su propio campo.

La respuesta de los insulares se hizo demorar hasta el 35´. Jonathan Viera dribló a Carmona, trianguló en la banda con Roque y desde el pico del área lanzó un zarpazo a la meta de Cuéllar. El cancerbero rojiblanco, acertado en blocar todas las acciones de ataque de Las Palmas.

Llegando a los últimos suspiros de la primera parte. Un remate de cabeza de Lemos, que se sumó al ataque. Y la más clara de los amarillos en este primer tramo de partido: Jonathan Viera filtró un pase por alto entre los centrales, que dejó a El Zhar sólo ante Cuéllar. El 8 de la UD no pudo transformar el primero ante la atajada del portero.

Se reanudó la segunda parte con la misma tónica de juego. Control abusivo del balón por parte de la Unión Deportiva y el Sporting encerrado en su campo. Roque Mesa con excesiva libertad de marca, se erigía una vez más en el director de juego.

La magia apareció en el 51´ de las botas del genio de La Feria. Jonathan Viera armó su pierna y soltó un derechazo a la escuadra izquierda del Sporting. Los más de veintiún mil espectadores que acudieron al Gran Canaria vibraron con el espectáculo del 21 amarillo.

Y después de abrir el tarro de las esencias llegó el primer tanto insular. Boateng tiró un desmarque de libro al costado izquierdo, y encarando el área rival, cruzó el balón a El Zhar, que desde el otro vértice del área esperaba rematar el balón. Tuvo que esperar, ya que Meré se opuso en el camino del pase y provocó el rechace para el franco-marroquí, que remató para poner el 1-0 en el marcador. No sin suspense, puesto que la jugada continuó después de que el tiro de El Zhar lo despejara Lillo dentro de la portería. Martínez Munuera concedió el tanto.

Abelardo intentó responder desde el banquillo. Una sustitución dudosa. Sentó el asturiano a Duje Çop y dio entrada a Viguera. Aunque propuso una apuesta más arriesgada con el cambio de Afif por Babin. El dibujo cambiaba así a un 4-4-2 con mayor presencia en la punta de ataque.

Por su parte, Setién movió pieza. Entró en el terreno de juego Momo en detrimento de Mateo García, que acusó el cansancio en los primeros minutos de la segunda mitad.

El Sporting comenzó a llegar. En el minuto 71 Victor remató de cabeza desde el punto de penalti libre de marca. Varas tuvo la fortuna de encontrarse el balón en el centro de la portería. El peligro visitante empezaba a rondar la portería insular. Y en la siguiente jugada, Victor Rodríguez estrelló el balón en el larguero después de rematar en el área amarilla. La más clara para los rojiblancos, que reaccionaban ante el cambio de sistema. Que terminó de completar Abelardo con la sustitución de Carmona para dar paso a Rubén. El joven delantero sportinguista que venía de anotar en el partido copero ante el Eibar, para intentar llevar el empate a su equipo.

El baile de cambios se trasladó al banquillo amarillo. Tana entró al campo por El Zhar, autor del tanto amarillo (min 76.). Con el mediapunta insular el centro del campo cogió oxígeno y así llegó una ocasión inmejorable para el segundo de la UD. Momo se desplegó por la banda izquierda y en un centro medido para el remate de Boateng, el ghanés no consiguió rematar después de lanzarse en plancha para el gol. La sentencia se esfumaba.

Con Tana en el campo volvía la magia del equipo amarillo. El toque, el mimo por la pelota. El estilo que permitió ver en el 83´ una de las mejores jugadas del encuentro, después de que hasta seis jugadores amarillos movieron la bola en la línea de tres cuartos, para que la jugada la terminase Viera sin poder disparar hacia portería.

Las Palmas pudo volver a sentenciar el encuentro en el 88´, después de que Viera recuperase el balón ante el error de Carmona, que entregó el balón al de La Feria y a quien tuvo que parar en falta para que no se plantara sólo ante Cuéllar.

Livaja fue el último en entrar al campo al darle el relevo a Boateng. El ghanés, que ocupó la posición de 9 se marchó del terreno de juego ovacionado por la afición del Gran Canaria.

Las Palmas suma 3 puntos de oro para mirar a posiciones europeas y volver a la senda del triunfo.