Rostros de pasado glorioso en el Camp Nou. Antonio Guayre [184 duelos en Primera, 63 con la UD y con la condición de internacional] y Orlando Quintana [43 encuentros de amarillo y diez en la máxima categoría] recuerdan su travesía por el templo culé.
El atacante internacional (2005) marcó el tanto de su vida en la ópera azulgrana, el 1 de abril de 2001, cuando con 20 años despuntaba por su talento salvaje en la UD de Kresic. Puso en aprietos al Barça de Guardiola, Xavi, Puyol, Luis Enrique, Rivaldo, Kluivert o Marc Overmars con una vaselina made in La Isleta. Era el minuto 7, superó a Reiziger, Sergi y Cocu. Alzó la vista y firmó un toque de caviar. Dejó en evidencia a Reina. Cayó (4-1).
"Recuerdo que nos adelantamos; fue marcar y tener otra ocasión para el 0-2. Y luego correr detrás del balón, todo el mundo recuerda ese gol tras 16 años de espera", detalla. "Jugar ante el Barça sigue siendo igual, correr detrás del balón y aprovechar la que tengas. Las sensaciones, pues el estar bien colocado, siempre tiene dos o tres jugadores de máxima calidad. Los mejores del mundo, Rivaldo, Ronaldo, Romario... Los mejores brasileños y tienes que estar dispuesto al día que tengas. Y saber sufrir; salir de aquí de la UD, teníamos el Insular, era un estadio bonito, pero no tenía nada que ver con el Camp Nou. Meterte en el césped y ver ese escenario y el equipazo que siempre tienen. Cuando empieza el partido; pues ganar y competir".
Z Rivaldo y Xavi
Marcar al Barça es un privilegio. Puro instinto. "Tendrás una o dos ocasiones; si te caen tres eres afortunado. A mí me cayó en el centro del campo; fue una jugada bonita, surgió. La más bonita de mi carrera (...) Todavía me lo recuerdan. Es el tanto más bonito, pero no el más importante. Con el Villarreal, sellé el pase a los cuartos de final de la Champions. O el primero en Primera con la UD, en San Mamés -en octubre del 2000-. Velocidad y definición, mis señas de identidad".
Guayre muere por Setién. Defiende la propuesta barroca del emperador de seda. "Debes arriesgar ante un equipo como el Barça. Si Messi está inspirado te pueden caer varios; la UD se mide a cualquiera con fútbol desde que llegó Setién (...) Además, en todos los partidos siempre hay un rato para ti, tendrás tu momento. Aunque te lleves un meneo, la tendrás".
Manual de supervivencia ante el Barça del tridente. Rezar y una cuestión de efectividad. "Que estén bien los tres bien es imposible; siempre hay que tener bien vigilado a Messi. Aunque luego te la lía de falta, Leo es imparable".
El ex del Villarreal o Celta de Vigo, siente debilidad por Jonathan Viera. "Yo tuve una desgracia y me retiré -lesión de tobillo- pero Jonathan sigue creciendo. No tiene límites. El fútbol que tiene, a nivel nacional, nadie juega como él. Esa pausa no la tiene nadie, está bien valorado, le ha costado pero se lo merece. Marcará una época, en la UD o en un equipo grande, es un jugador diferente al resto".
Consciente del riesgo, apuesta por el éxito amarillo. "Es difícil, pero voy a decir un (2-2). Si Messi tiene el día, te va a costar pero si aprovechas la ocasiones, puedes sacar algo. Confío en el empate".
Gabri, Overmars, Rivaldo y Dani sepultaron el sueño de Guayre. Que sería traspasado al Villarreal al final de esa campaña -por seis millones de euros-. Harto de correr, le dijo a Xavi: "¡Ya está mi niño, estoy cansado de correr tras el balón!"
Z La depresión de Overmars
Orlando Quintana completó el 30 de marzo de 2002 la actuación más mediática de su carrera. Tablas en el Camp Nou (1-1). Lo paró todo. "Tengo recuerdos muy buenos, a nivel personal y colectivo y más en nuestra situación. El Barça era mejor y nos jugábamos la permanencia. Nadie contaba con el empate. Se nos puso cuesta arriba, marcó Luis Enrique y luego 'Orlandito'. Todo lo que iba para portería, lo paré. Tuve mucha suerte (...) Por la transcendencia, esa fue mi actuación más sonada".
Según el ahora miembro del equipo técnico del Villa de Santa Brígida, "cada portero es un mundo; hice lo mismo que las semanas anteriores. Un mes antes había debutado en Primera y sabía de la responsabilidad que tenía (...) Nadie me regaló nada, traté de prepararlo como otro partido más. Esa semana me la tomé con mucha tranquilidad; sobre el papel vas a perder, si puntúas o ganas es un premio".
Se quedó con la camisa del extremo holandés Overmars. "Se la regalé a mi hermano [Israel]; me sorprendió su generosidad. Habían perdido la Liga, estuve media hora con los periodistas y al subir las escaleras lo veo sentado. Me la dio y fue un caballero".
El exguardameta del Celta de Vigo, Mérida, Lorca, Ponferradina, Pontevedra o Real Oviedo elude dar consejos a Varas. "Tiene más trayectoria que yo en Primera y ya sabe lo que es parar un penalti a Messi". Insiste que el Barça aprovecha la inmensidad del Camp Nou. Un jardín eterno para diabluras.
En relación al golpeo genial del Mesías -encadena tres tantos seguidos de falta-, desvela que no hay ecuación mágica. "Recomiendo ver la salida del balón cuando golpea; te da esa décima para poder reaccionar. Tienes que tener el rastro del balón en tu cabeza".
A la hora de dar un pronóstico, se declara "optimista y realista" pero matiza que el ogro culé tiene "dificultades a la hora de sacar el balón jugado. La UD sabe tener la posesión, solo sabe jugar con el balón y puede competir de tú a tú. El rival tiene en ataque a tres jugadores que son unos fenómenos pero no están en un buen momento". Sueños en el matadero.
