Quique Setién no es feliz en la UD Las Palmas. Pero quiere seguir. El entrenador ha mostrado su malestar con los últimos acontecimientos en la entidad, desde los actos de indisciplina hasta el hecho de que hayan trascendido las cifras de lo que pidió para la renovación. El cántabro, que ha solicitado más de dos millones de euros, considera que lo que pide "es lo justo" y que si fuera una cuestión de dinero se iría porque "van a haber equipos que me puedan pagar bastante más".

"Hemos mantenido varias reuniones y hay una situación en la que tanto el club como yo queremos continuar juntos. La realidad es esa. No quiero que se tergiversen mis palabras. Desde el primer día he dicho que no hay ningún problema. Hay una negociación por medio en la que el club propone unas cosas y yo otras. Y no hay más", comenzó en declaraciones a la radio del club.

"No sé cuál es el fin de hacer pública una negociación desde la radio oficial del club. No voy a venir aquí a venderme. Voy a pedir lo que considero justo. Ahora mismo el mercado está como está y uno trata de ponerse a la altura. El presidente explicó perfectamente el otro día aquí cómo estaba el club y cómo está ahora. He contribuido con mi manera de hacer las cosas a revalorizar el club y los jugadores. Hemos conectado. No creo que esté solicitando al club nada que no sea justo ni merecido. Tenía que ser una negociación privada y eso me ha molestado", confesó el técnico.

"Cualquiera que sea la cantidad que me pueda pagar Las Palmas van a haber equipos que me puedan pagar bastante más. El año pasado tenía ofertas y me quedé aquí. No lo digo ni con rencor, ni afectado ni mucho menos. El dinero no es lo más importante. Si lo fuera seguramente me iría. Sé cuál puede ser el presupuesto del año que viene y las cantidades que puedo solicitar entran dentro de lo normal para un club que quiere seguir creciendo y que tiene a un entrenador con el que las cosas marchan bien", profundizó. "Yo no negocio por mí sólo, negocio por mis dos ayudantes. Venimos tres", añadió en referencia a sus ayudantes Éder Sarabia, su segundo entrenador, y Fran Soto, preparador físico.

"Ramírez me ofreció una serie de cuestiones que jamás me habían ofrecido a mí en un equipo de fútbol. Él me demostró en ese momento las ganas que tenía de que siguiera en el club. Eran temas relacionados con el aspecto económico, me fui de vacaciones en Navidad y al final hablamos de cifras concretas. Estaba casi todo de acuerdo, me hizo un ofrecimiento que realmente es el mejor que me han hecho. Con el presidente tengo una muy buena sintonía. Desde luego a mí me encantaría llegar a un acuerdo. Pero también tengo a mi mujer, a mis amigos de toda la vida, que me dicen que tengo 58 años, que no sea tonto, que lo he sido siempre, y que haga lo que haría el 99% de la gente cuando te ofrecen un contrato mejor en otro sitio. Yo no lo he hecho, ni lo voy a hacer ahora ni cuando he tenido la oportunidad", continuó Setién en su reflexión.

Además, se refirió a los actos de indisciplina y la repercusión de sus palabras en sala de prensa antes del partido ante el DeportivoDeportivo: "Me cabreo, voy dejando pasar cosas y ahora tengo mucha ilusión con esto y quiero saber si hay cosas que van a cambiar. Si no cambian, no me compensa estar aquí. Quiero a todos igual de comprometidos que yo", continuó. Por todo este cúmulo de circunstancias sentenció que "ahora no soy feli, estos días no lo soy. En general he sido un hombre feliz, pero ahora no lo soy".