Como si de un Día de Reyes se tratara, los jugadores de la UD Las Palmas repartieron ilusión y regalos a los niños y niñas que en estos días se encuentran ingresados en el Hospital Materno Infantil. Los futbolistas se mostraron muy cercanos con los más pequeños, que por un momento rompieron con la rutina que conlleva el estar en un centro hospitalario. También agradecieron el gesto los padres y madres que, junto a sus hijos, llevan de la mejor manera posible este trance. Los jóvenes, con su ingenuidad, hicieron que los profesionales se enternecieran, brindándoles sus mejores sonrisas.

Los jugadores amarillos se mostraban muy cercanos con cada uno de estos jóvenes aficionados, entre los que repartieron numerosos regalos. Por un día, el fútbol tomó las habitaciones y pasillos del recinto. Solo había que fijarse en la cara de asombro que ponían los niños y niñas cuando, un poco cortados, hablaban con sus ídolos, quienes se interesaban por su estado y les animaban a recuperarse pronto. Los cracks dejaron ver su cara más amable y enternecedora.

A Pablo casi se le atraganta el almuerzo cuando vio entrar por la puerta a Quique Setién y a varios integrantes de la plantilla de la UD. Admirador del portero Javi Varas, se mostraba "impresionado" por la visita. Este joven galdense, seguidor amarillo, no dudaba en alabar el juego de su equipo: "Este va a ser el año de Las Palmas", apuntaba.

Igual de sorprendido estaba su compañero de habitación, Jonás, admirador de Roque Mesa y Kevin Prince Boateng, y que consiguió que ambos le firmaran en el balón que le habían regalado. El germano-ghanés dejó la estancia con su ya habitual "Pío pío sempre"

Antes de acabar, la expedición de Las Palmas saludó y siguió repartiendo presentes. Esta vez, en la planta de Urgencias. y, de nuevo, la misma respuesta entre los niños y padres. Tanto a ellos como a los deportistas se les ponía un sonrisa de lado a lado de la cara. Así se daba por terminada una visita donde se pudo ver el rostro más amable de estos profesionales.