Ningún club de Primera División ha crecido tanto en año y medio como la UD Las Palmas. La entidad amarilla ha dado un paso de gigante en los últimos meses. Con un fútbol envidiable y unos movimientos en el mercado impecables se ha convertido en una de las revelaciones de la categoría. Su proyecto avanza a un ritmo mucho más rápido de lo esperado. Situado a seis puntos de la Europa League y con una ventaja estratosférica de 15 puntos sobre el descenso, el objetivo propuesto a inicio del curso se le queda corto. Ante ese contexto, lejos de conformarse, se ha movido en el mercado con ambición. Ha visto la oportunidad de asaltar la banca y no se ha escondido.
Miguel Ángel Ramírez ha liderado los movimientos junto a Toni Cruz y Luis Helguera, una dirección deportiva que ha alcanzado la estabilidad tras años anteriores en los que se produjeron varios cambios. Ahora hay una sintonía perfecta, la entidad crece a pasos agigantados en materia de ojeadores, informes y recursos, lo que se ve premiado en el mercado. Y desde hace años el promedio de aciertos es casi perfecto.
Este enero se ha cerrado con la llegada de Jesé Rodríguez y Alen Halilovic, dos jugadores jóvenes y de renombre. El primero, un mediático a corto plazo, llega para satisfacer la ambición de asaltar los puestos europeos. El segundo, un joven por pulir, aterriza en unas condiciones muy ventajosas para el club, que tiene la intención de convertirle en otro de los activos de la entidad.
En este año y medio ha generado mucho patrimonio la dirección deportiva. El crecimiento de la generación de los Viera, Roque, Tana, Vicente o Dani Castellano ha ido acompañado de la incorporación de los muy jóvenes Mauricio Lemos, Mateo García y Halilovic, y los también jóvenes Pedro Bigas y Míchel Macedo. Todo ello coronado por los mediáticos: Prince Boateng y Jesé Rodríguez. Los dos, que llevaron al Gran Canaria a más de 6.000 personas uno y 8.000 el otro, han provocado que la entidad haya acaparado focos a nivel nacional e internacional.
Pero no ha sido solo cuestión de ruido. El esfuerzo por Prince, criticado por haber generado problemas en años anteriores, se ha visto justificado en el campo. Y el refuerzo de Jesé es una apuesta segura porque, por condiciones, es lo que necesita el equipo de Setién. Otra decisión arriesgada que ha tenido que tomar el club en este curso y medio fue, precisamente, el que desencadenó la llegada del técnico cántabro. Y es que la destitución de Paco Herrera no fue comprendida en la mayor parte de la afición y ha acabado resultado una de las claves del éxito.
Ahora la continuidad del cántabro es el próximo reto de la entidad. De momento, con la negociación abierta, le ha dado un plantel de 23 jugadores, una plantilla corta, uno de sus principales requisitos. La UD Las Palmas está en muy buenas manos.
