Roque Mesa se encontró con una agradable sorpresa cuando acudió ayer a visitar a los niños de la escuela de la UD Las Palmas. Y es que varios chicos acudieron con un bigote pintado en la cara, lo que hizo las delicias del centrocampista teldense, que acudió con su hijo -Roque Junior-. El jugador firmó autógrafos y se hizo fotos en el Anexto del Estadio de Gran Canaria con los chicos, que le idolatran hasta el punto de maquillar su cara con un 'look' que ya es característico en el mediocentro. LP / DLP