En el Gran Canaria y en Valdebebas. Cualquier escenario es válido para elogiar el talento de Luka Modric. El internacional croata y cerebro del Real Madrid, rival mañana de la UD, es la gran debilidad del entrenador de 58 años del conjunto grancanario. En Siete Palmas, tras el (2-2), del pasado mes de septiembre, se fundió en un abrazo con el mediocentro. Esta mañana, en sala de prensa, tras ser cuestionado por el de Zadar, y el barcelonista Sergio Busquets, volvió a hacer pública su admiración por el 19 del Real Madrid: "Ante los grandísimos futbolistas, poco puedes hacer. Ellos sí tienen su día inspirado; es difícil de frenarlos y más si están rodeados de grandes jugadores. En las acciones individuales se les ve

que participan dentro de un grupo, pues destacan más o menos. Pero cuando el equipo juega bien, todos suben. Si no es así, todos rebajan ese nivel (...) Modric y Busquets me encantan; tienen cosas que no tienen los demás. Puedes disfrutar cada día viéndolo, es una gozada. A Modric, se lo dije el día que jugamos en el Gran Canaria, disfruto mucho con él. Fue un placer enorme verle jugar".

Mañana, desde el banquillo visitante, Setién tendrá que padecerlo. El Madrid, imparable en Liga, reta a una UD en horas bajas, que encadena cuatro jornadas consecutivas perdiendo. La peor dinámica de la era del cántabro en el banquillo amarillo, que contabiliza, 162 días. A pesar de la tormenta perfecta, Setién se detiene para regalar otro ramo de flores a su jugadores predilecto del gigante blanco. No es Cristiano Ronaldo, es Modric.