La UD Las Palmas apura los últimos meses de Quique Setién como entrenador del primer equipo. El cántabro no dirigirá al equipo amarillo la próxima temporada. Las negociaciones llevan ya más de un mes estancadas y el club insular ni siquiera se plantea retomarlas. Están totalmente rotas. Desde la contraoferta que realizó el técnico en el mes de enero -una propuesta de tres años- no ha habido ningún movimiento por parte de la entidad. Ni siquiera la imagen que ofreció el equipo en el Santiago Bernabéu, donde empató ante el todopoderoso Real Madrid, modifica la postura del club sobre el futuro del entrenador. Además, esa soberbia actuación del equipo en un templo de tanta repercusión dispara todavía más el caché del entrenador.

No solo el sueldo que ha solicitado, y que le colocaría entre los seis entrenadores mejor pagados de Primera División según los salarios de este curso, se convierte en una diferencia insalvable en la negociación. Y es que el técnico también ha solicitado una inversión de seis millones de euros en fichajes, algo lo que la entidad tampoco está dispuesto a ofrecerle. Es considerado como desorbitado y, aunque el entrenador explicó en su momento que todo era negociable, la entidad ni siquiera ha intentado un acercamiento. De hecho, esas peticiones fueron vistas como una señal de que ya tiene propuestas muy superiores, algo que Quique Setién ha negado.

Este panorama, ya de por sí muy difícil de gestionar, se vio agravado en las últimas semanas por dos hechos evidentes: las cuatro derrotas consecutivas y las heridas abiertas entre el cuerpo técnico y un sector del vestuario después de las declaraciones del entrenador sobre los actos de indisciplina en enero en Madrid. Por todo ello la entidad ni siquiera se ha sentado con el técnico a valorar su propuesta de tres años. El club optó por esperar acontecimientos y por ello el técnico no tiene noticias de las intenciones de la entidad desde hace más de un mes.

Las alarmas estaban encendidas antes del Santiago Bernabéu e incluso había quién pensaba que el partido del domingo ante Osasuna se podía convertir en un ultimátum al cántabro. Sin embargo, la colosal actuación del equipo ante el Real Madrid ha aliviado al personal y despejado las dudas: en efecto, las cuatro derrotas seguidas han sido un bache y no una consecuencia de un divorcio con la plantilla. Aunque un sector del vestuario sigue dolido por aquellas declaraciones del entrenador, los jugadores se divierten sobre el campo gracias a la filosofía de Setién y ello hace la convivencia más llevadera.

A por una convivencia sana

El resultado del Bernabéu no podía llegar en mejor momento para destensar las relaciones, pero siguen siendo irreconciliables. No hay manera posible de que Quique Setién pueda continuar la próxima temporada en la UD Las Palmas. De hecho, en la entidad solo piensan ahora en mantener una convivencia sana para no estropear la gran temporada que está realizando el equipo y van a centrar todos sus esfuerzos en ello. La afición ya se ha pronunciado. Lo tienen claro. Incluso con una racha de cuatro derrotas consecutivas entonaron el pasado viernes el grito de '¡Quique, quédate!'. Pero su deseo no será posible.

Al club no le perturba el hecho de no contar con Quique Setién la próxima temporada. Hay confianza ciega en encontrar al sustituto adecuado. Ya fueron a contracorriente el curso pasado, cuando decidieron la destitución de Paco Herrera y encontraron oro con Quique Setién, y ahora tienen fe en volver a acertar para mantener la evolución de un proyecto que no ha parado de crecer en los últimos años. Pero no seguirá siendo con el cántabro.