El duelo particular entre Marko Livaja y Willian José se decanta, de momento, con una equis. El croata sigue la estela del brasileño en sus cifras en la UD Las Palmas. El nuevo '9' amarillo suma siete goles y tres asistencias después de más de 1.300 minutos en Primera, prácticamente copiando los números de Willian José, que llevaba los mismos goles pero ninguna asistencia a estas alturas del curso.
El refuerzo del '9' fue uno de los principales quebraderos de ca-beza para el club el pasado verano. Mantener a Willian José era una cuestión prioritaria. Las buenas relaciones con la empresa que poseía sus derechos invitaba al optimismo. Estaban implicados en la operación de Roque Mesa al Sevilla, que finalmente se cayó, y en otras como la de Hélder Lopes, El Zhar, Michel Macedo o incluso las de Jonathan Calleri y Hernán Toledo, que tampoco fructificaron en el último momento. Y la permanencia de Willian José fue otro fracaso porque apareció la Real Sociedad con unos seis millones de euros para hacerse con un elevado porcentaje de sus derechos.
La UD no pudo competir con esas cifras. Era demasiado pronto para realizar una inversión de semejantes dimensiones y tuvo, una vez más, que agudizar el ingenio para cubrir una ausencia muy sensible. Entonces apareció otra relación de éxito en los despachos. A través del agente Federico Pastorello aterrizó Marko Livaja, un punta con mucho futuro que llevaba varios años sin encontrar la regularidad deseada. Era una incógnita por su nula experiencia en España y afrontaba una misión muy complicada. Y es que Willian José fue la punta de lanza del equipo amarillo en una segunda vuelta de ensueño. Acabó el curso con diez goles (nueve en Liga y uno en Copa) y una asistencia, cifras que le convirtieron en una pieza codiciada en verano.
Dos años más joven
Pero Marko Livaja, al menos de momento, se mueve en unas cifras muy parecidas. Y entre ambos hay una gran diferencia: el croata sí es propiedad de la UD y tiene contrato hasta el 2020. Además, Livaja apenas cuenta 23 años, por los 25 de Willian José, por lo que es otro de los muchos activos del club. Puede ser un gran negocio.
Aunque sus números son muy semejantes, no son tan similares sus características dentro del campo. El croata también es muy corpulento y difícil de derribar, pero mide siete centímetros menos que el brasileño (1,82 metros, por los 1,89 del actual atacante de la Real Sociedad). Livaja se asocia más con sus compañeros, por lo que se adapta mejor al juego de Quique Setién, y le gusta caer a las dos bandas. Prueba de ello es, sin ir más lejos, sus asistencias y el partido del pasado domingo ante Osasuna, cuando volvía de una lesión.
En aquella cita puso el centro que acabó en autogol de Unai García y previamente entregó una magnífica asistencia con la que dejó totalmente solo a Jesé Rodríguez, pero el ex del Real Madrid se estrelló contra Sirigu. Ha demostrado una gran visión de juego y esas cualidades lejos del área no están reñidas con su potencia como rematador. De hecho, dos de los siete goles anotados han llegado de cabeza y un total de cinco han sido con remates al primer toque.
Pero a partir de ahora la cosa se complica para el croata. Mantener la igualdad en su duelo particular con Willian José se hace más difícil ya que a partir de la 26ª jornada -la que acaba de concluir- el brasileño se desató. Transformó cuatro goles en las últimas citas del curso, con lo que acabó con una notable cifra de diez tantos. Fue de menos a más durante la temporada. Y es que al inicio apenas destacó. Le costó tener protagonismo. El indiscutible para Paco Herrera, y también para Quique Setién en sus primeros meses, era Sergio Araujo. Pero poco a poco, sobre todo a partir de la llegada de la Copa del Rey, Willian José se fue haciendo un hueco en las alineaciones. Su envergadura y facilidad para bajar balones del cielo fue un soplo de aire fresco para el juego de toque amarillo, que encontró con él una gran alternativa. Así, se convirtió en indiscutible y su temporada a préstamo en la UD le ha servido como trampolín. Ahora en la Real Sociedad suma unos notables once goles (dos de ellos en Copa), con los que mantiene la línea ascendente en su carrera.
Mientras, Marko Livaja sigue los pasos de Willian José en su primera temporada en la máxima categoría. Su trayectoria en el curso de su debut no ha sido semejante pues ha ido de más a menos. Empezó como titular indiscutible pero ha alternado esa condición con rachas de suplencia.
Araujo se marchó en enero pero Prince Boateng se ha presentado como una seria competencia para Marko Livaja. Sin em-bargo, el retorno del balcánico el domingo coincidió con toda una explosión goleadora en la UD. Y tuvo un gran protagonismo en el juego colectivo, en intangibles. Se perderá el duelo de este viernes por sanción pero ha recordado que fue otro gran acierto de la entidad.
