Un suicidio colectivo. La inmolación de la galaxia. La UD, con un recital de concesiones defensivas, sucumbió ante el Espanyol (4-3) y queda condenada a transitar por el desierto sin aspiraciones. Once jornadas de suplicio. Demasiada renovación, pocas soluciones en la retaguardia. En el punto álgido del culebrón venezolano de la 'renovación imposible', Setién deja un cambio para la polémica. Con Halilovic en plan estelar, en el tramo final del duelo, retiró al croata para apostar por Hernán Santana.

Adiós a Europa y sigue la maldición de los 200 días. Ya son 201 sin conquistar una plaza de caviar lejos del Gran Canaria. Una cifra que está obligada a subir, si se mantiene este espíritu defensivo. Lemos -bigoleador-, que jugó de mediocentro, y Mateo García ofrecieron suspense en un pulso loco. David López, Gerard Moreno, Piatti (penalti) y Jurado lograron los tantos para los de Quique Sánchez Flores. La efectividad personificada: siete llegadas y cuatro dianas.

El inicio fue terrorífico. Una alegoría macabra en Cornellà. En el primer suspiro del encuentro en el RCDE Stadium, David López superaba a la araña Raúl Lizoain tras aprovechar un saque de esquina. Primera muestra de la candidez defensiva de la UD. Comenzaba el catálogo del horror. La acción se generó con una penetración de Javi López y el despeje de David García a la esquina. Desde cualquier punto del planeta, se puede poner en jaque a una retaguardia de cartón. Centro de Piatti y 1-0. Una vez más, había que remar contracorriente. Rutina isleña.

Con las novedades de Raúl Lizoain, Hélder, Alen Halilovic y Prince Boateng, la galaxia amarilla monopolizó la posesión [67% ante el 33% de los periquitos]. Dio un recital de tacones y combinaciones sublimes. Fuegos de artificio. Es el pecado de la seda. Las 121 pérdidas de balón fue el alto peaje de un sello sin argumentos en área propia. Jugar alegre, morir a la contra.

La UD buscó el empate sin el instinto asesino que sí mostró el Espanyol para conquistar el Santo Grial. En esa fase inicial, a Mauricio Lemos, el nuevo Roque, se le notaba desnortado. Intentaba buscar portería la UD, ante un rival agazapado que se empleó con dureza [cometieron 18 faltas y se quedaron sin tarjetas en un primer acto realmente salvaje]. David López congeló a Vicente Gómez, tras un taconazo de Halilovic. El croata firmó un primer tiempo sublime y luego se esfumó del mapa. Las cosas de Alen, que pasa del cielo al infierno en cuestión de minutos. Pero fue determinante con una asistencia a Mateo en el 4-3. Y luego se fue a la ducha, en una decisión que solo entendió Setién en su tablero.

A la contra, los periquitos lucían su potencial. David García tuvo que emplearse a fondo para detener a Gerard Moreno. Los de Quique Sánchez Flores, con David López, Roca, Jurado y Piatti en la parcela ancha, fueron una milicia.

Con ustedes, la legión del músculo. La consigna era clara: asfixiar a los poetas amarillos. Jesé, en el minuto 10, se montó en su Ferrari para superar el marcaje de Javi López. Con Lemos algo retrasado, la UD parecía buscar la remontada con tres centrales. Fue entonces cuando la figura de Vicente Gómez se hizo poderosa. El del barrio de Schamann se alineó con Viera para mover la bola con arte.

Al cuarto de hora, Duarte abortó un remate acrobático de Prince Boateng. En el 17, el internacional ghanés no apreció el desmarque de la locomotora Simón. En el Espanyol, solo quedaba la entrega. Caicedo bajó al área y recuperó un balón ante el descaro de Halilovic. La viva imagen del compromiso.

Un disparate de cambio

La cacería seguía su curso. Aarón placó a Halilovic (24') y Setién perdió la paciencia. Vicente insistía en su odisea de conectar con Jesé y llegó el primer lanzamiento. Tras una combinación imperial, Viera fusiló de forma tímida a Diego López (26'). Y cuando mejor latía la dictadura de seda, Gerard Moreno, en otro regalo de la zaga del Roque Nublo, se quedó solo ante Raúl Lizoain. Paradón del cancerbero de Escaleritas que evitó el sonrojo.

Ya que no había manera con el toque barroco, Lemos probó fortuna con un misil de 40 metros. Con Diego López en plan solidario, llegó el 1-1. Un 'Lemonazo' que alzó el telón de la mejor UD. Halilovic, desde la frontal, probó los guantes de acero del exguardameta de AC Milán y Real Madrid. Intervención de mérito (35'). Nuevo aviso.

Sin noticias de Jesé Rodríguez, todo el caudal ofensivo llegaba por el costado derecho. Lo de Halilovic fue majestuoso, pero las salidas del Espanyol eran de vértigo. Misil de David López (39') y gran centro de Jurado, que no dio con Piatti por unos centímetros (43'). En la respuesta de Big Flow, Marc Roca evitó el 1-2. Pero fue en el último segundo del primer acto, tras una penetración de Piatti, que dejó a Hélder por lo suelos, cuando se gestó el 2-1.El pase del argentino fue rematado a la red por Gerard Moreno, libre de marca. Otro pecado mortal.

En un duelo salvaje, Lemos logró el segundo. Golpe franco de Viera y el toque de cabeza del uruguayo le hizo inmortal. Piatti y David López fueron amonestados. Noticia en Cornellà. Pero esta UD, nueve derrotas foráneas, adora el vértigo. Disfruta con la ruleta rusa.

Balón al espacio y Caicedo supera a García. Solo ante Raúl, fue derribado. Penalti y gol de Piatti: 3-2. En otra contra, Jurado, tras un control de quilates, superó la estirada del arquero (75'). El pase de Gerard fue mortal. Con el 4-2, a la desesperada, regresó el mejor Halilovic. Asistencia de genio para Mateo y 4-3. En el 88, Hernán Pérez empujó a Hélder en un penalti clamoroso. Final apoteósico. En el 89, Setién retiró a Halilovic para la incredulidad colectiva. Volea de David García y final. Adiós a Europa. Mucha renovación y nula gestión defensiva.