Bendito problema. Eso debe estar pensando Quique Setién ante el overbooking ofensivo con el que tiene que lidiar el entrenador cántabro de cara al encuentro que enfrenta mañana a la UD Las Palmas con el Villarreal en el Estadio de Gran Canaria (19.45, en abierto por Gol T). Con la recuperación de Roque Mesa y Marko Livaja después de perderse ambos por sanción el choque de la pasada jornada ante el Espanyol, el míster debe decidir quiénes interpretarán los papeles principales en su guión del centro del campo hacia adelante.

Si nos ceñimos a lo ocurrido hasta el momento en lo que llevamos de temporada, tres hombres tienen la etiqueta de intocables. Son Roque Mesa, Jonathan Viera y Jesé Rodríguez. El primero, salvo su ausencia por acumulación de amonestaciones y en Granada por rotación, siempre ha sido el faro que alumbra el torrente atacante del conjunto amarillo. Mientras Viera, a pesar de las lesiones, la intención del técnico de oxigenarle y su paso por el rincón de pensar, también se ha ganado ese rango. El tercero, el último fichaje mediático en llegar, ha contado siempre para la titularidad excepto en su primera convocatoria, aún falto de acoplamiento.

De resto, hasta Prince se ha visto relegado al banquillo por decisión técnica, algo que también han sufrido hombres como Vicente Gómez, Tana, Livaja o el recién llegado Alen Halilovic.

Ahora Quique Setién debe lidiar con el buen momento de hombres que en sus últimas apariciones han aportado cosas destacadas al equipo. Por ejemplo, los dos croatas. Livaja, después de su lesión, reapareció ante Osasuna asumiendo un papel protagonista. Su compatriota, el segundo pelotazo del club amarillo en el mercado invernal, reconquistó su efímera titularidad el pasado viernes en Cornellá-El Prat con una actuación brillante. Además, habría que señalar a invitados sorpresas como el caso de Mateo García, cuyas irrupciones desde el banquillo están resultando últimamente importantes, aportando desborde.

Aunque habitualmente no se pueden sacar conclusiones de los ensayos de Setién en los entrenamientos, pues esconde sus cartas, una muestra de lo que planteamos se observó en la sesión preparatoria que la plantilla de la UD Las Palmas tuvo ayer en las instalaciones de Barranco Seco. En un ejercicio de once contra once, el entrenador alineó de salida en el eje del centro del campo a Roque Mesa y a Vicente Gómez como fiel escudero, aunque durante la práctica éste cedió su posición a Hernán Santana. Así pues, el de Zárate podría convertirse incluso en alternativa.

En la zona de tres cuartos, de entrada sorprendía la ausencia de Jesé Rodríguez en el flanco izquierdo, ocupando esa demarcación Mateo García y, posteriormente, Momo. El jugador cedido por el PSG sí terminaba el peculiar partidillo en su costado habitual, pero antes pasaba por la demarcación de delantero centro tras Prince y Livaja.

También por la zona derecha hubo intercambio de posiciones. Tana y Alen Halilovic se repartieron los minutos por la banda diestra, lo que también despierta el interés por un posible cambio de piezas para el encuentro del viernes contra el Villarreal en el Estadio de Gran Canaria.

Recordar que el croata, en esa demarcación, realizó un buen encuentro ante el Espanyol la pasada jornada tras varias suplencias, precisamente viéndose sustituido por el grancanario. En resumen, numerosas probaturas de Quique Setién que, quién sabe, desembocarían en cambios de cara a la nueva jornada liguera. Apunten otro, el regreso de Dani Castellano al costado izquierdo de la defensa después de su sorprendente desaparición ante el Espanyol, donde actuó Hélder Lopes.

Paciencia y orden

Tener mucha paciencia con el balón hasta buscar el hueco oportuno ante "un equipo muy riguroso" como el Villarreal. Esa es la consigna que quiso transmitir Quique Setién en la sesión preparatoria que la UD Las Palmas realizó en la mañana de este miércoles en las instalaciones de Barranco Seco. El entrenador amarillo incidía también en mantener el orden táctico, porque si no "nos van a hacer mucho daño".

Y en ello se esmeraron los futbolistas en un ensayo donde participaron todos los integrantes del plantel menos los tres que aún continúan recuperándose de sus respectivas lesiones, o sea, Javi Castellano, Montoro y Míchel Macedo, quienes paulatinamente van aumentado el ritmo. También destacar la presencia de tres canteranos del filial, dos ya habituales (Eric Curbelo y el portero Álex Guanche) y Pablo Santana.

En el ensayo de partidillo que dispuso Quique Setién también se prestaba especial atención en la presión adelantada al rival, con el objetivo de dificultar la salida controlada del balón y recuperar así cuanto antes la posesión de la pelota. Y es que, después de lo ocurrido frente al Espanyol con cuatro goles, toda precaución es poca.