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La previa (29ª jornada)

El primer día del fin de una era

La UD visita Balaídos para regresar a la competición contra el Celta (19.45, BeIN LaLiga), después del anuncio del adiós de Quique Setién al término de la campaña -Vuelve David García -Jesé, Macedo o Momo, apuntan a novedades

El primer día del fin de una era

Ningún cambio de régimen acaba de la noche al día. Ni el Imperio Romano cerró su hegemonía de sopetón, ni, por acercarnos más en el tiempo, España pasó de la dictadura franquista a la democracia en una tarde. La UD Las Palmas se encuentra en plena temporada en un periodo de transición, con la era de Quique Setién en el banquillo en sus últimas semanas después de que el propio entrenador anunciase el divorcio hace casi quince días.

Hoy la UD vive su primer día de competición tras el adiós definitivo de Setién, que se efectuará a final de temporada. Con ese telón de fondo, el equipo amarillo visita en Balaídos (19.45 horas, BeIN LaLiga) al Celta de Vigo, un club que aún no sabe si tendrá el próximo curso en el banquillo a un hombre que ha elevado al club gallego a otra dimensión. Un futuro incierto en el horizonte para el Toto Berizzo y su Celta que aún tiene mucho en juego en esta temporada. Pero de la renovación, poca cosa. Lo primero, el balón. Una manera de llevar el asunto totalmente distinto a como se desarrollaron las cosas en Gran Canaria.

Hablar de dinámicas después de más de dos semanas sin fútbol de clubes parece una pérdida de tiempo. La UD Las Palmas disputó su último partido el viernes 17 de marzo, justo 16 días sin competición; el Celta el 19 de marzo, hace 14 días. Los amarillos ganaron 1-0 al Villarreal en el Estadio de Gran Canaria; los vigueses, en un chute de moral, se hicieron con el derbi gallego al tumbar al Deportivo por 0-1 en Riazor. Dicen que el tiempo no afecta a la hora de desarrollar ciertos automatismos: desde montar en bicicleta a conducir. Balaídos y su Celta probarán hoy si la UD le ha perdido algo de control a eso de jugar al fútbol tras este periodo de inactividad.

Porque el equipo amarillo juega de aquí al final de la temporada con un colchón que parece más que suficiente para tener un desenlace del curso plácido. Distanciados del descenso en 13 puntos, con la salvación virtual en la mano, la presión y el sufrimiento es para otros en esta campaña. El primer objetivo de la temporada parece cumplido. Sin embargo, la UD, situada en esa llamada tierra de nadie, no ha dado el paso a otro nivel, a ese que le permita tontear con Europa. En parte, por culpa de su triste bagaje fuera de casa: seis puntos en base a una victoria, tres empates y nueve derrotas. Sólo el Granada (tres puntos) y Osasuna (con seis), ambos en puestos de descenso, tienen unos números tan tristes lejos de su casa.

Con 30 puntos en juego y un buen pelotón de equipos por delante, ese anhelo con el que un día se soñó en el Gran Canaria se ha convertido en una utopía. Si queda alguna mínima opción de ello pasa por hacer una semana mágica. Porque en siete días la UD se enfrenta a tres partidos frente a dos rivales que estarán en esa pomada: hoy el Celta -duodécimo con un partido menos y con tres puntos más que Las Palmas- y el jueves el Éibar.

Pero más allá del objetivo global de terminar lo más arriba posible, mejorando el undécimo puesto del curso pasado, el del retorno a la Primera División, otras metas salen en el seno de la UD Las Palmas. El intento de Jesé Rodríguez por encontrarse a sí mismo -apenas le quedan diez encuentros con la camiseta amarilla-, la longevidad de David García -a un puñado de partidos de desbancar a Tonono en la lista de futbolistas con más partidos en la UD-, o la consagración de Roque Mesa y Jonathan Viera como futuribles de la selección -estuvieron en la última prelista de Julen Lopetegui-, son asuntos que se asoman en el horizonte. Todo con el hedonismo que supone disfrutar haciendo un buen fútbol, más aún si se le unen los resultados.

Para ello, con esta semana enorme que culminará el domingo frente al Real Betis, Quique Setién intentará contentar a todo el mundo. Eso sí, todo el que lo merezca. El técnico ha palpado el compromiso total de los suyos en los entrenamientos, según ha admitido en sala de prensa. De momento, para esta gira peninsular se lleva a toda la plantilla más Ale Guanche, guardameta de Las Palmas Atlético, que se proclamó ayer campeón de la Tercera División grupo XII.

A pesar de la única baja por lesión de Javi Castellano -aún no tiene el alta médica- y la de Mauricio Lemos, por acumulación de tarjetas, se aventuran cambios para el partido en Balaídos con respecto al duelo frente al Villarreal. En el lateral derecho se asoma Michel Macedo -Simón ha estado tocado durante esta semana-; mientras que en las bandas, Jesé Rodríguez y Momo pueden volver al once. Marko Livaja, sin minutos frente al submarino hace dos semanas, también podría gozar de minutos como titular.

Un par de retoques para intentar volver a ganar lejos de Gran Canaria -no lo hace desde la primera jornada- en el jardín de Iago Aspas. El canterano del Celta vive el mismo síndrome que Viera, líder amarillo: donde mejor rinde es en su casa. Zarra de Primera División con 15 goles, es la principal arma del cuadro de Berizzo.

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