Telde firma con la UD Las Palmas y se convierte en la nueva casa amarilla del equipo grancanario. Ayer tuvo lugar en el municipio teldense la rúbrica del acuerdo entre el club y el Ayuntamiento para la cesión temporal del campo de fútbol 11 de hierba natural del complejo deportivo de El Hornillo para sus entrenamientos. Así, el presidente del club, Miguel Ángel Ramírez, la alcaldesa de la localidad, Carmen Hernández, y el concejal de Deportes, Diego Ojeda, unieron sus manos durante el acto como símbolo de un compromiso que ya forma parte de historia, "porque es la primera vez que salimos de Las Palmas de Gran Canaria", asegura Ramírez.

Las obras en Barranco Seco "se han dilatado" y la necesidad de otro espacio para llevar a cabo los entrenos es evidente. Por ello, el presidente se fijó en Telde y, tras un acuerdo con el Consistorio, no dudó en invertir para acondicionar estas instalaciones "que están a la altura de un club de Primera", señala. Así, aseguró que la UD finalizará este curso en la nueva localidad, y también estarán el próximo.

De esta manera, determina que se han gastado un millón de euros que se ha visto traducido en nuevos vestuarios, un gimnasio, una sala de prensa y aparcamientos, que una vez concluido el convenio pasará a disposición municipal. Un fin que se ha alargado más de lo esperado debido a los contratiempos en Barranco Seco. "Sólo cinco millones de euros van destinados a quitar la ladera y a hacerla de nuevo, es decir, a adecentar el terreno, porque corríamos el riesgo de derrumbe", puntualiza Ramírez durante su intervención. Además, destacó la situación estratégica de Telde, entre la ciudad capitalina y el aeropuerto, y el buen clima que acompaña, definiendo la zona como "incomparable para la entidad".

Por su parte, Hernández mostró su felicidad ante este acontecimiento "tan importante", fija, para el municipio. Asimismo, destacó la relevancia de que el equipo de fútbol más representativo de Gran Canaria entrene en su localidad, "algo que ha sido posible gracias al trabajo conjunto desarrollado por el club y el Ayuntamiento", agrega sin dejar escapar la ocasión para dar a conocer el compromiso de Telde con "la actividad física y el deporte como medios para conseguir una sociedad más cohesionada y más saludable". Tampoco dejó en el olvido al jugador amarillo de la casa, Roque Mesa, el primero del municipio en Primera División, haciendo hincapié en los valores que transmite con su ejemplo, especialmente entre los jóvenes.

Diego Ojeda, concejal de Deportes, apoyó las palabras de la mandataria cuando se refirió a este convenio como "un paso de gran relevancia". Por otro lado, y de cara al futuro, quiso destacar las ventajas que las nuevas instalaciones traen a El Hornillo, "porque abre la posibilidad de que vengan otros equipos nacionales o internacionales a prepararse físicamente en ellas", señala a la vez que determina que "este es un momento importantísimo no solo para la ciudad de Telde, sino para toda Gran Canaria". Para finalizar, recalcó también que cuando el equipo amarillo no esté usando la infraestructura, ésta estará disponible para los ciudadanos.

Primera toma de contacto

Buen tiempo siempre presente, instalaciones preparadas para ser ensuciadas, el césped natural listo y parte de la afición teldense esperando a que los jugadores salieran al campo para su primer entrenamiento en la ciudad. Tras la rueda de prensa en la que los implicados dieron a conocer los detalles del contrato y una visita por los nuevos vestuarios o el gimnasio, tanto la mandataria, como el presidente y el edil pisaron el campo para acompañar a los futbolistas, vestidos de azul y naranja, en la primera toma de contacto con su nuevo hogar.

Sin duda, un recibimiento con todo el calor de los aficionados que pudieron ver desde detrás de las vallas establecidas o desde la ladera próxima al campo las primeras vueltas en el terreno y pases de balón fuera de la capital grancanaria. De esta manera, los aspersores comenzaron también a ejercer su labor, que refrescó a más de un pequeño seguidor del equipo que no quiso perderse la inauguración de la pequeña gran infraestructura del color del sol en el municipio.

Anexo al Pablo Hernández, el complejo deportivo lucía diferente, y aunque algunas paredes blancas destacaron, el color por excelencia fue el representativo del grupo. Así, una imagen de los jugadores fue la que vistió parte de las nuevas paredes, sin olvidar el escudo del club, que marcó bien claro el territorio.

Desde el otro lado, los más pequeños disfrutaban viendo a sus ídolos mientras comentaban la fusión de tonos que formaban las botas de los futbolistas colgadas al aire libre. Muchos con el equipaje de la UD, otros con los de sus clubes de Telde y todos con la misma ilusión, siendo partícipes de un día que marcará un antes y un después en la localidad.

Pero no sólo los niños pusieron la guinda del pastel en esta jornada, sino que mayores y jóvenes también se presentaron en el complejo desde bien entrada la mañana para vivir de cerca algo que siempre ha estado bastante más lejos. Sin hueco para la duda, ayer se vivió magia, aunque los entrenos los tendrán que contemplar, a partir de ahora, desde detrás de la verja, hasta que se comunique lo contrario en caso de que sean a puertas abiertas.

Y así finalizó la velada, con un agradecimiento bidireccional que cerró el convenio con un "pío, pío" por parte de la regidora que resonó en toda la ciudad teldense.